Los sindicatos de Samsung piden leyes más duras para evitar 'fugas' de empresas rentables
La multinacional admite por escrito que su planta en Cataluña es competitiva
Los sindicatos y la plantilla de Samsung pidieron ayer al Gobierno central que endurezca la legislación para evitar el cierre de plantas que obtienen beneficios. Los sindicatos de la empresa radicada en Palau-Solità i Plegamans, que la multinacional coreana ha anunciado que cerrará, quieren que la Generalitat rechace el expediente de extinción de contratos que la firma tiene previsto presentar. Cerca de 500 trabajadores afectados por el cierre se reunieron ayer en asamblea y decidieron no convocar manifestaciones hasta que la multinacional concrete sus planes.
"Vamos a pedirle a la Generalitat que solicite al Gobierno central que modifique las leyes que tenemos. En Francia, cuando se fue la primera multinacional modificaron las leyes para dificultar la marcha de otras fábricas", explicó Manuel Gallardo, secretario del metal de UGT.
Vicenç Rocosa, secretario del metal de Comisiones Obreras, cree que la Unión Europea no debería dejar que empresas como Samsung, que "realizan prácticas fraudulentas aprovechando la ampliación europea, operasen en Europa". Rocosa advirtió que lo que está haciendo Samsung "no es una práctica común de la Unión Europea, sino de otros continentes" y mencionó como ejemplo Estados Unidos, donde las empresas "cierran de un día para otro".
La multinacional ha reconocido por escrito que la planta es competitiva. Y los trabajadores dicen que la intención es producir en Eslovaquia y China, donde los costes salariales son mucho más bajos. Ayer, algunos trabajadores tenían en la mano una carta firmada por el presidente de Samsung, Sang Heung Shin, y fechada el pasado 15 de enero. En ella, el máximo responsable de la multinacional justifica el cierre de la siguiente manera: "Pese a mantener competitividad, Samsung, en línea con otras empresas del sector, se ve obligada a concentrar su actividad en un número muy reducido de fábricas que cuentan con instalaciones de proceso integrado, así como menores costes de producción, componentes y logística". La carta acaba agradeciendo "la meritoria labor" de los trabajadores, así como su "compromiso" y expresa su "solidaridad" hacia ellos.
"Que los políticos no me digan que esto son cosas que pasan, que luchen, que hagan todo lo posible para que Samsung no cierre", decía Sandra Sánchez, una trabajadora de la multinacional coreana que ayer asistió a la asamblea convocada por los sindicatos y el comité de empresa.El presidente de la Generalitat, Pasqual Maragall, dijo ayer que pese al caso Samsung no hay motivo de alarma a largo plazo. Maragall aseguró: "Tenemos las condiciones para lograr mantener la mayor parte de la actividad industrial". El consejero de Trabajo, Josep María Rañé, negó que el cambio de Gobierno haya facilitado el cierre de la fábrica de Samsung porque la empresa "ya tenía decidido el cierre" y aseguró que el anterior Ejecutivo catalán tenía elementos para conocer la situación de la factoría.
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