Menos flores

Debe ser la única feria sectorial no apta para alérgicos al polen. La XVIII edición de Florasur abrió sus puertas el pasado jueves en las naves Niño de Oro de Chipiona con una participación récord de más de 100 expositores. El sector de la flor cortada, sin embargo, no atraviesa por su mejor momento. El precio del producto, estancado desde hace más de tres años, y la necesidad de modernizar las prácticas de cultivo han colocado a los productores en una encrucijada de la que, no obstante, dicen estar seguros de que saldrán adelante.

Florasur, la feria de la flor cortada más importante de España y una de las más destacadas de Europa, incide en esta edición, especialmente, en las nuevas tecnologías y las prácticas de cultivo respetuosas con el medio ambiente. De no tener en cuenta estos factores la costa noroeste de la provincia de Cádiz podría perder su supremacía en el comercio internacional de flores en favor de otros mercados como el turco, actualmente en plena expansión. De hecho, los supermercados ingleses, uno de los principales clientes del sector, ya han advertido a los agricultores de la zona que deben ponerse al día a la hora de establecer un certificado de calidad si no quieren quedarse sin los millonarios contratos que tienen firmados.

Esta imperiosa necesidad de adaptarse a las exigencias del mercado llega justo cuando el sector prevé un descenso del 25% en la producción de este año. Los 150 millones de euros de volumen de negocio y las 750 hectáreas de cultivo de la anterior campaña se verán, por tanto, sensiblemente mermados en variedades como el clavel y el mini clavel. En opinión del delegado de Agricultura de la Junta en Cádiz, Juan Antonio Blanco, "la flor cortada requiere de una apuesta por la innovación tecnológica y por la calidad".

Juan Calderón Castro, secretario general de la Asociación de Empresas Comercializadoras de Flor Cortada, señala, por su parte, que los productores exigen unas contrapartidas a cambio de invertir en un protocolo medioambiental: "No podemos pedir a los agricultores que hagan un esfuerzo económico complementario sin que se suba el precio". En esa teoría coincide con el presidente de la organización agraria Asaflor, Alfonso Vázquez, quien se queja de los cada vez más altos costes de producción. "Si muchas explotaciones continúan adelante", explica, "es porque está toda la familia trabajando en ellas".

MPS, una entidad certificadora de la calidad en los cultivos, se ha abierto paso en Florasur 2.004 con la intención de que el mayor número de agricultores se acoja a este sistema, cuyo coste es de 1.200 euros por cada 10 hectáreas. "Se controla la energía que usan las empresas, se reduce la aplicación de fitosanitarios y fertilizantes, se gestionan los residuos adecuadamente y se hace un uso razonable del agua", explica la coordinadora de MPS en España, Rebeca Navarro. La Junta de Andalucía, sin embargo, ha salido al paso para recordar que el Gobierno andaluz dispone del método de la producción integrada, que ofrece los mismos resultados.

Inmersos en este debate, Florasur ofrece hasta mañana la posibilidad de disfrutar de una exposición que podría ser definida como el ramo de flores más grande de España. Decenas de miles de claveles, crisantemos, gladiolos, liliums...conforman un gran mural de color y agradables aromas, que se completa con un peculiar concurso de arte floral que tendrá hoy su plato fuerte. Participantes de Barcelona, Sevilla, Granada y Gijón, entre otros puntos del país, competirán en las categorías de ramo de novia, ramo de mano, trabajo de plantas y un trabajo sorpresa.