Mas ofrece a Maragall consensuar el Estatut y la nueva financiación

Convergència i Unió (CiU) adoptará una actitud "constructiva y positiva" a la hora de consensuar con el resto de los partidos las cuestiones políticas fundamentales de esta legislatura: reforma del Estatut y del sistema de financiación, organización territorial y ley electoral, siempre y cuando se discutan en bloque y no por separado. Así se lo transmitió ayer a Pasqual Maragall el jefe de la oposición en el Parlament, el convergente Artur Mas.

Maragall quiere regular mediante ley la figura de jefe de la oposición, un estatus que el líder socialista reclamó infructuosamente a CiU en la anterior legislatura. Un nuevo tratamiento, inexistente en la legislación actual, que beneficiaría a Artur Mas con un trato procolario preferente y amplios canales de interlocución con el Gobierno catalán, según fuentes de Presidencia.

Pero esta voluntad presidencial no se vio correspondida en cuanto al orden protocolario de las entrevistas. Maragall recibió ayer a Mas, durante una hora, un día después de entrevistarse con el dirigente del Partido Popular, Josep Piqué. Mas no se sintió ofendido o, al menos, no lo manifestó en público.

Ambos dirigentes se mostraron de acuerdo en que las cuatro cuestiones esenciales de esta legislatura -reforma del Estatut, mejora de la financiación catalana, ley electoral y reorganización territorial- sean fruto del consenso parlamentario. Pero Mas aclaró que CiU apuesta por su discusión en bloque pues, en su opinión, todos están entrelazados.

El líder convergente subrayó que su partido está dispuesto a participar con una actitud "positiva y constructiva" en las negociaciones y que en estos asuntos "estructurales y de fondo" CiU practicará una oposición "diferente" a la mantenida por la izquierda en la anterior legislatura. "En los grandes temas de país tiene que haber una capacidad de entendimiento y diálogo, con una actitud abierta y constructiva", afirmó Artur Mas con el objetivo de "tener más fuerza negociadora en Madrid".

Tanta cordialidad pactista se truncó cuando Mas quiso introducir en la entrevista el espinoso tema del nuevo director de la radio y la televisión pública catalana. Justo cuando la víspera el dirigente de CiU había ofrecido a los socialistas pactar el nombramiento ante el "desbarajuste" del tripartito. Pero Maragall lo cortó de raíz. El presidente rehusó comentarlo para no "interferir", dijo, las deliberaciones del Consejo de Administración.