Los ecologistas equiparan la obra del puerto de Sevilla al vertido de Boliden

Las organizaciones ecologistas Greenpeace, Ecologistas en Acción, Adena y la Asociación Española de Ornitología (Seo), calificaron ayer de "atentado" contra Doñana el dragado del río Guadalquivir que se contempla en el proyecto de ampliación del Puerto de Sevilla. Para los cuatro grupos, que no se reunían desde el desastre de Aznalcóllar, el impacto ambiental y socioeconómico del proyecto portuario es "comparable" al que en abril de 1998 causó el vertido tóxico producido por la rotura de la balsa minera.

Los ecologistas acusan a la ministra de Medio Ambiente, Elvira Rodríguez, de "soslayar" el impacto ambiental del dragado al dejarlo fuera del orden del día de la reunión de ayer del Patronato de Doñana. Asimismo, exigen a Rodríguez que explique por qué el Ministerio ha presentado un informe favorable al proyecto "sin tener en cuenta" el informe desfavorable emitido en noviembre de 2001 por el Patronato.

Según los ecologistas, con esta divergencia de criterios, el Gobierno contradice "por primera vez en la historia" al Patronato de Doñana, presidido a su vez por la ministra Rodríguez.

El proyecto de ampliación del Puerto de Sevilla es, según los conservacionistas, una obra "megalómana" que se ha contado a la opinión pública "engordando" los beneficios e "infravalorando" el impacto ambiental. Los conservacionistas insisten en que el dragado del río va a aumentar la erosión de las márgenes den río y causará graves deterioros en el estuario, lo que afectará al desarrollo de la fauna; asimismo, temen que el aumento de la salinidad afecte al cultivo de arroz.

El dragado del canal entre Sanlúcar de Barrameda y Sevilla propuesto por la Autoridad Portuaria pasa por aumentar el calado actual, de 6,50 metros, a uno variable entre 7,6 y 8 metros, una obra que creen "vital" para la supervivencia económica del puerto porque, al aumentar la profundidad en más de un metro, permitiría el tráfico de buques más grandes.