Por un menor peso del alumnado en la financiación

De cara al nuevo modelo de financiación que deberá incluir la anunciada Ley General de Universidades Valencianas, todas las universidades coinciden en la necesidad de introducir cambios y mejoras. Habría que incrementar gradualmente el porcentaje del PIB valenciano destinado a financiación del sistema público universitario. Al igual que el rector de la Jaume I, Francisco Toledo, los responsables de las universidades Politécnica y de València coinciden en demandar una atención específica a la investigación. "El Gobierno ha de plantearse", señala Javier Sanz, "si la investigación en las universidades está suficientemente atendida con los recursos que éstas consiguen captar y con lo que se desvía de la docencia hacia necesidades de investigación, o si hace falta una política específica de impulso y estímulo de la I+D+i". Matilde Fernández cuestiona, además, el "fuerte peso"que tiene en el modelo actual la variable de los créditos matriculados para ajustar la subvención ordinaria de cada universidad. "Las universidades se han hecho más complejas y hay que considerar otras variables, que además atiendan las diferencias" y subraya las diferencias de tamaño, de especialización y de antigüedad. También apunta la necesidad "de un plan de inversiones personalizado y diferenciado".

Descenso de alumnos

También a juicio de Ignacio Jiménez, deben introducirse en el futuro modelo de financiación otros parámetros distintos del número de alumnos, que garanticen recursos y no provoquen una merma de la subvención debido al descenso demográfico. "Hay considerar que al mismo tiempo, ha mejorado la calidad de la plantilla y de los grupos docentes". Jiménez recuerda que la plantilla docente ha aumentado considerablemente en los últimos años. "Nosotros no podemos despedir a catedráticos ni a profesores por falta de alumnos, se deben introducir otros criterios de calidad docente o investigadora que garanticen la financiación", apunta el vicerrector de Alicante.

También desde la Universidad Miguel Hernández se aboga por una "revisión técnica" del modelo para "corregir disfunciones y mejorar aspectos que se han revelado inadecuados en su funcionamiento". Pide recursos adicionales que permitan, paralelamente a la reducción demográfica en las edades de entrada en la universidad los próximos años, "la disminución del Tamaño Medio de Grupo", situado actualmente, según los gestores ilicitanos, "muy lejos de los requerimientos de una docencia de calidad".