Los salvadores del coto

Doñana, como espacio a preservar,nació gracias al empeño de un grupo de amigos, que evitó la transformación del coto en un gran eucaliptal, como preveía el plan de repoblación diseñado en la década de los cincuenta por las autoridades franquistas. Gracias al tesón de científicos como Francisco Bernis o José Antonio Valverde y al bolsillo de algunos millonarios como Leo Biaggi o Luc Hoffmann, de la familia de los laboratorios Roche, se pudieron adquirir tierras en Doñana y se torció el destino previsto para introducir eucaliptos en la comarca y, años después, desecar marismas. Al cambio de planes contribuyeron gestiones de tapadillo, como el escrito de 15 folios elaborado por el catedrático Francisco Bernis que la familia bodeguera González Byass remitió a Franco para explicar el carácter depredador de los eucaliptos y reclamar una protección para Doñana, tras una visita del dictador a la zona. En 1963 se dio un gran paso conservacionista con la compra de 6.700 hectáreas por la World Wildlife Found tras una campaña mundial de recaudación de fondos, diseñada por el economista británico Max Nicholson tras un paseo con Valverde: "Convéncete, Tono; vosotros, los investigadores, no servís más que para gastar dinero. Dejadnos buscar los fondos a los que sabemos". Gracias a la campaña, el CSIC recibió en donación la tierra para una reserva biológica, pero el apuntalamiento definitivo se dio en 1969, cuando el Consejo de Ministros declaró Parque Nacional 35.000 hectáreas.