Fabra asegura que no ha cobrado nada por mediar

El presidente de la Diputación de Castellón, Carlos Fabra (PP), aseguró ayer que no ha percibido "compensación económica alguna por interceder en defensa de los intereses de los empresarios" de su provincia. En su segunda comparecencia pública desde que el pasado 18 de diciembre el empresario Vicente Vilar le presentara una querella por los presuntos delitos de estafa, apropiación indebida y falsedad en documento mercantil, Fabra tampoco admitió preguntas y se limitó a dar lectura a un comunicado. Las acusaciones de Vilar se centraban en el supuesto cobro de dinero a cambio de obtener favores políticos en la tramitación de productos fitosanitarios. Varias decenas de cargos públicos arroparon a Fabra en su comparecencia. El alcalde de Castellón, José Luis Gimeno, no acudió a la cita. Entre los presentes sí se encontraba uno de los implicados en el llamado caso Fabra, el diputado popular Miguel Prim, que medió ante el ministro de Agricultura. Miguel Arias Cañete.

Fabra quiso expresar una salvedad. Y es que leyó parte del comunicado como presidente de la Diputación y, el final, como "Carlos Fabra Carreras", en su nombre y en el de su familia. En la parte personal anunció la presentación, ayer mismo, de una demanda civil contra Vicente Vilar "por atentar contra" su derecho "al honor, a la intimidad y a la propia imagen". Fabra demandará también "a las personas, instituciones y medios de comunicación que (...) se hagan eco de las disparatadas acusaciones de Vilar". Fabra reiteró que su actividad pública "nunca" le ha reportado "ningún beneficio o ingreso distinto" de su "retribución oficial".

En su condición de presidente de la Diputación de Castellón, "y ante las acusaciones de parte de algunos miembros del PSOE", entregó un documento certificado ante notario con un informe sobre su patrimonio y las variaciones entre 1995 y 2003. "El documento es rotundo y demoledor porque demuestra una total transparencia y que no ha habido, ni por asomo, ninguna acción irregular", dijo. El escrito notarial sostiene que, de las escrituras aportadas por Fabra entre 1995 y 2003, su patrimonio neto, es decir, el valor de los activos, según precio de adquisición, menos el valor de las deudas, "ha experimentado una reducción, resultando por tanto que, en todo caso, los activos adquiridos en dicho período se corresponden, a su vez, con nuevos préstamos hipotecarios o personales".