China anuncia la detección del segundo caso sospechoso de neumonía asiática

El Ministerio de Sanidad chino anunció ayer un nuevo caso sospechoso de neumonía asiática. Se trata de una camarera de 20 años que trabajaba en un restaurante de Guangzhou (capital de la provincia de Guangdong) en el que se servían especies salvajes. La joven no tiene ninguna relación con el paciente de SARS (siglas en inglés de síndrome respiratorio agudo y grave) infectado en la misma ciudad días antes, y que fue dado de alta ayer sin que se sepa cómo se contagió. La Organización Mundial de la Salud ha enviado un equipo de investigación a esta provincia.

La camarera comenzó a tener fiebre el pasado 26 de diciembre y fue hospitalizada cinco días más tarde. Actualmente se encuentra aislada en el hospital del Pueblo número 8, uno de los tres designados en Guangzhou para tratar enfermos de neumonía atípica. El personal sanitario ha desinfectado la zona donde vivía y ha puesto en cuarentena a 48 personas que estuvieron en contacto cercano con ella.

El anuncio del segundo enfermo que se registra en China desde que la epidemia fue controlada en todo el mundo el pasado julio ha aumentado la inquietud sobre la posibilidad de que el virus esté regresando con el frío como muchos expertos habían advertido. Los dos casos se han producido en la misma provincia donde en noviembre de 2002 se originó el brote que provocó el año pasado 774 fallecidos y más de 8.000 infectados en una treintena de países.

La Organización Mundial de la Salud (OMS), sin embargo, lanzó un mensaje tranquilizador y dijo que no había que alarmarse, dado el alto grado de alerta del sistema de vigilancia chino. El organismo sanitario afirma que es buen síntoma que se estén detectando los casos porque refleja que el control está funcionando. Los expertos de la OMS desplazados a Guangdong pretenden visitar el complejo de apartamentos donde vive el paciente que fue dado de alta ayer, entrevistarse con él e investigar la población de ratas de la zona. Quieren analizar, por ejemplo, si las heces de los roedores expandidas por el viento pueden ser fuente de infección. Todo ello para intentar aclarar la gran pregunta: ¿cuál es la fuente de contagio? El productor de televisión de 32 años ha asegurado que no ha estado nunca en contacto con civetas ni ha comido este pequeño mamífero, aunque sí tocó un ratón antes de enfermar el mes pasado. Las pruebas efectuadas al paciente detectaron un virus similar al que se ha encontrado en la civeta, un animal muy apreciado por su carne en los restaurantes del sur de China.

Los temores a la extensión de la enfermedad han llevado a aislar en Hong Kong a tres periodistas de la cadena de televisión TVB que estuvieron en la vecina Guangdong la semana pasada para cubrir el nuevo brote. A su regreso experimentaron síntomas similares a los del SARS. Los resultados de las pruebas dieron ayer negativo en dos de ellos, mientras que estaban pendientes los del tercero.

¿Exceso de celo? ¿Inquietud ante el misterio sobre la vía de infección? Vistas las consecuencias humanas y económicas que produjo la anterior epidemia, principalmente en Asia, los países de la región se están curando en salud y han incrementado las precauciones. Los controles de temperatura han reaparecido en aeropuertos y estaciones de tren, marítimas y de autobuses en China. Máxime cuando en los próximos días, decenas de millones de personas se desplazarán por el país con ocasión de la más importante de las fiestas, el Año Nuevo Lunar, que dará entrada el 22 de enero al año del mono. Se trata del mayor movimiento de masas que tiene lugar cada año en el mundo. Las autoridades esperan un total de 1.890 millones de desplazamientos en tren, autobús, avión o barco.