Prodi quiere que la UE normalice sus relaciones con Gaddafi

Romano Prodi va a intentar el máximo para que Libia normalice plenamente relaciones con la UE y su líder, Muammar el Gaddafi, visite Bruselas en los próximos meses, señalan fuentes del presidente de la Comisión Europea, que califican de "muy positiva" la conversación telefónica que ambos tuvieron estas navidades. Otras fuentes comunitarias, en cambio, muestran cautela, aunque confiesan que "son grandes las posibilidades de que venga antes de que el presidente termine su mandato", a finales de octubre.

Desde que llegó a la Comisión, en septiembre de 1999, Prodi se convirtió en el principal promotor de la integración de Libia en el Proceso de Barcelona, que regula desde 1995 el diálogo euromediterráneo en el campo político, comercial y cultural. Italia es el país de la UE que cuenta con más lazos con Libia. "Le causó disgustos, pero el tiempo le está dando la razón", comentan fuentes de su entorno al recordar el revuelo que hubo cuando le propuso venir a Bruselas, en el año 2000, sin consultar con los Gobiernos de la UE. "Es uno de sus grandes sueños, porque le reportará sobre todo réditos políticos en Italia", dice un diplomático.

Proceso de Barcelona

La última conversación telefónica entre ambos, el pasado 30 de diciembre, despertó euforia en el ex primer ministro italiano, pese a que desde que está en el cargo europeo el líder libio siempre le ha llamado a su casa de Bolonia para felicitarle el año. Prodi no esperó a regresar a Bruselas e informó con detalle de la misma al comisario de Relaciones Exteriores, Chris Patten.

"Es una señal sorprendente y su lenguaje es positivo", comentan fuentes del comisario Patten, quienes, sin embargo, consideran totalmente imprevisible cuáles serán los próximos pasos de Gaddafi. "Con él nunca se sabe, aunque son mayores las posibilidades de que venga a Bruselas y de que acabe solicitando la integración en el Proceso de Barcelona". Libia es miembro observador desde marzo de 1999 de esa plataforma, que, entre otros objetivos, contempla la creación de una zona de libre de comercio entre el norte y sur del Mediterráneo en 2010.

Gaddafi prometió a Prodi que estudiaría la invitación para adherirse plenamente al Proceso de Barcelona. Ello supone convivir en el mismo con Israel, a lo que Trípoli se opone, y la democratización y la modernización económica del país magrebí, que cuenta con petróleo y gas. Según Prodi, éste es el momento para que Libia entre por la puerta grande en el diálogo entre las dos orillas mediterráneas y forme parte de los amigos de Europa, justo cuando acaba de anunciar que renunciará a las armas de destrucción masiva.