Una recompensa más que pagada
"Es una recompensa que está ya más que pagada". Independientemente de que Lágrimas negras se venda o no, de que la crítica se rinda ante la magia del disco, Diego El Cigala se siente ya recompensado. "Ha sido todo un sueño que se me ha hecho realidad". Y ese sueño y esa recompensa tiene para el cantaor un nombre propio: Bebo Valdés. "Yo me enamoré de Bebo cuando vi Calle 54, la película de Fernando Trueba. Le dije a Fernando que quería conocerle, que quería trabajar con él. Qué más puedo pedir ahora... ¡Ha sido todo tan mágico!". El Cigala transmite su alegría por la línea telefónica. Se oyen al fondo voces de niños y a su mujer, Amparo. Ayer por la mañana recibió la llamada de Fernando Trueba dándole la gratísima noticia de The New York Times. "Este éxito se añade al Premio Ondas y a las seis candidaturas a los premios Amigo. Es todo pura magia", asegura.
Los dos intérpretes preparan un segundo Lágrimas negras, para lo que han elegido ya diez temas, entre ellos el Ojos verdes, Pena penita y Están clavadas dos cruces. También habrá alguna canción de Duke Ellington. El disco tiene previsto grabarse en los primeros meses de 2004, tras otra gira que preparan Valdés y El Cigala. El disco, del que se han vendido en España, 160.000 ejemplares, se editará a partir de enero en 23 países.
El cantaor cree que el éxito del disco está en que es muy diferente a todo lo que está en el mercado. "Por desgracia hay mucha Operación Triunfo y mucha música light. El público sabe lo que quiere y elige, y creo que Lágrimas negras ha ofrecido algo diferente, diferente, sí, y además con mucha alma".
Babelia
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.