La dirección de la residencia con casos de salmonelosis asegura que siguió las pautas médicas
Los responsables de la residencia de ancianos Nuestra Señora de Sopetrán, de Jarandilla de la Vera (Cáceres), en la que han muerto cuatro personas por un brote de salmonelosis, aseguran que "en todo momento han seguido las pautas médicas" que les han marcado. Así lo manifestaron en un breve comunicado, tras permanecer en silencio durante los días que se dieron a conocer los fallecimientos.
"Ha habido una intoxicación alimentaria producida, posiblemente, por un producto manufacturado contaminado por salmonela. La actuación por parte del personal responsable de esta residencia ha sido totalmente correcto con comunicación a los responsables sanitarios. En todo momento se han seguido las pautas e indicaciones médicas que se nos han hecho. Lamentamos mucho la situación ocurrida, estando en el momento actual pendiente de datos oficiales". Ésta es la transcripción literal del escrito elaborado por la Junta Directiva de la Peña Taurina a la que pertenece la residencia tras permanecer tres horas reunida. La dirección se negó a comentar cualquier otro aspecto.
Pero mientras llegan esos resultados oficiales, en la residencia hay nervios, inquietud y miedo. Los trabajadores siguen denunciado irregularidades, los familiares temen por el cierre del centro y los ancianos se muestran intranquilos.
Inquietud de las familias
En los últimos días de la semana pasada, los trabajadores del centro, los familiares y los propios ancianos manifestaron un evidente estado de inquietud. Una mujer explicó a este periódico supuestas irregularidades que se producen en la residencia: "No les han administrado a los viejos ni Bio ni Actibel y sólo somos nueve trabajadores auxiliares y cinco ATS".
La ubicación de esta residencia es idílica, en lo más alto de Jarandilla de la Vera, una villa marcada históricamente por el emperador Carlos V y conocida también por su tradición tabaquera, el Parador de Turismo y la fiesta de Los Escobazos. Casi ningún anciano del centro quiere hablar. "Pregúntele a los que mandan", dice uno de ellos. "Yo tengo miedo", admite otro. "Es que nos van a echar a la calle con todo lo que se ha liado", explica un compañero. La semana pasada, tres familiares de los ancianos llamaron a la residencia para saber qué iba a pasar, si se va a cerrar el centro. "Todo está normalizado, no vamos a cerrar", respondía en tono amable un auxiliar a este periódico.
El alcalde de Jarandilla de la Vera, Víctor Manuel Soria,
opina que "no es el momento de buscar culpables, hay que esperar los resultados de la investigación". Soria se enteró de los hechos a tráves del Servicio Extremeño de Salud (SES) y fue el propio gobierno municipal quien informó a la Consejería de Bienestar Social. El alcalde asegura que entre el Ayuntamiento y la residencia Nuestra Señora de Sopetrán nunca han existido contenciosos, ni se ha detectado hasta ahora ninguna irregularidad.
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