Los convenios de eficacia limitada llegan al 20% de los trabajadores

Los acuerdos de eficacia limitada están alcanzando registros desconocidos en el País Vasco, hasta el punto de que más del 20% de los trabajadores con convenio en vigor están afectados por estos pactos firmados por sindicatos que no tienen la mayoría en los sectores productivos o empresas. Aunque la fórmula no gusta a ningún sindicato, UGT y CC OO dicen estar recurriendo a ella por el bloqueo que impone la mayoritaria ELA en la negociación sectorial. Esta central ha declarado la guerra a los convenios en minoría y ha advertido que su proliferación tendrá consecuencias.

El acuerdo de eficacia limitada es un instrumento excepcional en la negociación colectiva y, en teoría, beneficioso para el empresario que a través de él puede sortear a la mayoría sindical. Sin embargo, en la comunidad autónoma se ha convertido en una fórmula casi habitual por una doble razón: el intento de los sindicatos no nacionalistas de contrarrestar su marginación por parte de ELA-LAB, y la situación de bloqueo originada en numerosos sectores y empresas por la estrategia de confrontación aplicada por el sindicato mayoritario liderado por José Elorrieta. Su tradición de relegar los convenios de sector para reforzar la negociación en cada una de las empresas y la postura más resistente de las patronales vascas ha propiciado el protagonismo de CC OO y UGT y de los convenios en minoría, que cada vez afectan a más sectores y empresas.

En 2003 ELA sólo ha firmado seis convenios sectoriales, según Confebask: cinco en Vizcaya -los de industria de la madera, conservas y salazones, vinos, comercio de piel y calzado, y consignatarios de buques-, y uno en Álava, el de comercio de metal. Por su parte, los sectoriales de eficacia limitada firmados este año han sido el de hostelería y el del papel en Guipúzcoa, al que hace dos semanas se adhirió CC OO y LAB, el del metal en Álava y el de garajes de Vizcaya.

En lo que se refiere a empresas con una amplia plantilla, se han firmado en minoría los convenios de ITP en el sector aeronáutico, de 2.200 empleados, y el de Mercedes Benz, con 4.200 trabajadores. En el caso de la empresa de Zamudio fabricante de motores de aviación, la firma inicial fue de la dirección con UGT, aunque hace diez días se sumaron ELA y CC OO, tras adherirse la gran mayoría de la plantilla. El pacto de la empresa de Vitoria fue con UGT y CC OO. En total el número de trabajadores afectados por este tipo de convenios se acerca a la cifra récord del 20%, con unos incrementos salariales del 4,80%, según CC OO, quien sostiene que en los de empresa la subida media es del 3,60%.

La mitad sin convenio

Sin embargo, el porcentaje de trabajadores que sigue sin convenio firmado es muy elevado. Cuando CC OO presentó el pasado mes el balance de la negociación colectiva auguró que el 42% de los trabajadores vascos acabaría este año sin renovar su convenio. Antes de comenzar el año ya estaba realizada el 38% de la negociación colectiva de 2003 y durante el presente año, se han renovado en Euskadi casi 215 convenios, que afectan a unos 140.000 trabajadores. En cuanto a los sectoriales, de los 40 que había que renovar en 2003, hasta octubre sólo se habían cerrado 18, según Confebask.

ELA sigue sosteniendo que los convenios de eficacia limitada -los que se firman entre la empresa y una minoría sindical, y que después han de ser firmados individualmente por cada empleado-, son una perversión del sindicalismo al saltarse las mayorías y van en detrimento de los trabajadores. UGT y CC OO replican que la perversión está en bloquear los convenios sectoriales para generar más crispación en las empresas, y acusan directamente a ELA de propiciar el estado de cosas que obligan a recurrir a los acuerdos minoritarios.

Hasta ahora la mayoría de los trabajadores se han visto beneficiados por la firma de los acuerdos sectoriales en minoría ya que los empresarios hacían extensivo el acuerdo a toda la plantilla. La petición expresa de UGT y CC OO de que a partir de ahora la firma se aindividual puede empezar a hacer mella en ELA y LAB, como ha sucedido en el del papel de Guipúzcoa y en ITP.

Precisamente la pasada semana ELA declaró formalmente la guerra a los convenios de eficacia limitada, un día después de que en la Mesa de la Administración vasca, que regula las condiciones de unos 60.000 empleados dependientes del Gobierno autónomo, se produjera la sorpresa. El Gobierno firmó con UGT y CC OO un acuerdo en minoría, dejando de lado a la mayoritaria ELA. El compromiso creaba además, en contra de los intereses del sindicato de Elorrieta, una EPSV (fondo de pensiones) para los funcionarios autonómicos diferenciada de Elkarkidetza, el fondo de los funcionarios municipales y forales.

Para los dos sindicatos de implantación nacional esta situación es consecuencia de la instrumentalización de la negociación colectiva que realizan los sindicatos nacionalistas, a los que acusan de anteponer sus intereses a los del conjunto de los trabajadores..