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Editorial:
Editorial
Es responsabilidad del director, y expresa la opinión del diario sobre asuntos de actualidad nacional o internacional

Bomberos sin avión

Equipos de bomberos de una veintena de países, incluidos EE UU, Reino Unido, Alemania, Francia, Bélgica, Austria, Turquía, China y Japón, ya trabajaban ayer, o estaban a punto de hacerlo, en los escombros producidos por el terremoto que, en la madrugada del viernes, asoló la histórica ciudad iraní de Bam y provocó decenas de miles de muertos, heridos y desaparecidos. Un pequeño equipo de bomberos andaluces viajaba hacia Teherán, en un vuelo comercial regular en el que ellos mismos habían reservado y pagado las plazas. Irán proclamaba estar abierto a la ayuda de cualquier país, excepto Israel.

Entretanto, varias decenas de bomberos españoles, miembros de las ONG Bomberos Sin Fronteras y Bomberos en Acción, regresaban a sus hogares en Valencia, Murcia y otras ciudades, con la amargura de haber intentado sin éxito materializar su solidaridad con el pueblo iraní y aportarle su larga experiencia profesional adquirida en catástrofes similares en Turquía, Argelia, El Salvador y otros lugares. ¿Qué había ocurrido? Que en otra nueva demostración de lo bien que funciona España no habían podido subirse en la base aérea de Torrejón a un avión militar de transporte para desplazarse hacia Irán.

Las causas de este lamentable incidente son aún confusas, pero a tenor de los testimonios de los frustrados bomberos, que acudieron de inmediato a Torrejón con sus perros rastreadores y sus equipos de socorro, emerge un nuevo cuadro de falta de eficacia gubernamental. A esos bomberos, que pasaron en Torrejón la tarde del viernes y la noche del viernes al sábado a la espera de subirse en un Hércules, las autoridades de Defensa les explicaron que no habían recibido la menor instrucción para dotarles de un avión de la Agencia Española de Cooperación Internacional (AECI) o del organismo de la que depende, el Ministerio de Asuntos Exteriores. Ellos, en cambio, afirman haber recibido seguridades verbales de la AECI sobre la disponibilidad de ese transporte antes de emprender viaje desde sus ciudades a Torrejón.

Al Gobierno español se le llenó la boca de expresiones de solidaridad y ofertas de ayuda desde que comenzó a conocerse la espantosa magnitud de la tragedia en Bam. Y sin embargo, fue incapaz de dotar del medio de transporte necesario al grupo de profesionales que se plantó en Torrejón, confiando, según sus declaraciones, en la palabra, por lo demás completamente lógica, de un funcionario de la AECI. Eso sí, el Gobierno produjo ayer una catarata de comunicados: Defensa asegurando no haber recibido petición alguna; la AECI diciendo desconocer la existencia del intento de viaje solidario a Irán de Bomberos Sin Fronteras; la Oficina de Información Diplomática (OID) y Exteriores asegurando que España no movería un dedo hasta recibir una solicitud oficial del Gobierno iraní sobre sus necesidades precisas, solicitud que llegó en forma de demanda de potabilizadoras.

El frustrado intento de los bomberos confirma que el sentimiento de solidaridad es muy fuerte en el pueblo español, como ya se vio en la catástrofe del Prestige. Lástima que al gesto generoso de unos profesionales independientes y voluntarios se responda desde el Gobierno con otra muestra más de incapacidad o desidia.

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