Los dos partidos reafirman la vigencia del pacto contra ETA

El Gobierno estima que al Pacto Antiterrorista y por las Libertades, firmado en diciembre de 2000 en La Moncloa por José María Aznar y José Luis Rodríguez Zapatero a instancias del líder socialista, no se le extraen todas sus posibilidades por la negativa del PSOE a extenderlo contra el plan Ibarretxe. Pero admite que "cumple un mínimo consolidado en su vertiente de la lucha contra ETA".

En este "mínimo consolidado" coinciden La Moncloa y el PSOE. Ambas partes aseguran que el Pacto Antiterrorista "ha ido más lejos que el Pacto de Ajuria Enea", que fue firmado en 1988 por el entonces lehendakari José Antonio Ardanza, del PNV, y todos los partidos democráticos vascos, y quedó liquidado en 1998 con la firma del Pacto de Estella de todos los partidos nacionalistas vascos con el respaldo de ETA. Según el Gobierno,el acuerdo actual "no se limita a condenar atentados de ETA y a convocar manifestaciones de protesta".

Balance del pacto

Gobierno y PSOE destacan, a modo de balance y como principal aportación del Pacto Antiterrorista, las medidas efectivas contra ETA y su entorno, que encuentran su culminación en la ilegalización de Batasuna y en la ofensiva exterior, en Europa América, que ha contribuido eficazmente a debilitar la banda armada.

Pese a las graves fisuras en la colaboración entre el Gobierno y PSOE en el combate contra el soberanismo de Ibarretxe y a las tensiones que genera la cercanía de las elecciones, los interlocutores del Pacto Antiterrorista, Javier Zarzalejos y Alfredo Pérez Rubalcaba, no dudan de la continuidad del acuerdo. El secretario general del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero ha manifestado recientemente que "el Pacto Antiterrorista seguirá hasta que ETA desaparezca". Pero también ha dejado claro que es "un pacto contra ETA y no un pacto contra el nacionalismo vasco".