El niño de los deseos terrenales

"DIVINO NIÑO Jesús, tengo mil dificultades: ayúdame". Así empieza una de las muchas oraciones que miles y miles de colombianos rezan, y cada vez con mayor fervor, en el santuario del Divino Niño, del barrio 20 de Julio de Bogotá. La imagen que se venera, de principios del siglo XX, representa a un niño regordete y rubio y tiene innumerables réplicas de todas las facturas a lo largo del país. Es a este niño sagrado al que le piden grandes y pequeños milagros los colombianos.

Treinta imágenes del Divino Niño ocupan ahora el nuevo espacio para exposiciones de pequeño formato del Centro de Cultura Contemporánea de Barcelona. Las figuras forman parte de la instalación Divino Niño de Bogotá, que reúne las intervenciones que sobre esta popular imagen realizaron treinta jóvenes artistas en 2000 en la galería Sala de Espera de la capital de Colombia.

El instigador y comisario de la exposición es el artista y profesor en la Universidad de los Andes Jorge Luis Pachón: "La instalación nace de una obra que hice hace 10 años que hablaba de la situación difícil que tenemos en Colombia. Con el narcotráfico y el terrorismo, la vida se volvió complicada. La obra era una metáfora de la coca en Estados Unidos. Las imágenes del Divino Niño se rompían y con el polvo de su yeso se hacían rayas de coca. Diez años después, dos de mis alumnos abrieron una galería y decidimos recuperar la idea. Invité a jóvenes artistas, les expliqué los antecedentes y les di una estatuilla de yeso a cada uno para que realizaran sus intervenciones. Cada uno creó un nuevo Divino Niño".

Las intervenciones son muy diversas, desde los que optan por fragmentar o incluso pulverizar la figura a los que se limitan a vestirla o pintarla, pero todas ellas reflejan, a juicio de Pachón, "la realidad de Colombia" a través de un mosaico de múltiples estilos artísticos. "La exposición habla en general de nuestra cultura. Unos se meten en el deseo, otros en la violencia y los hay que se centran en el kitsch como tal. El resumen es una panorámica de cómo ven estos jóvenes su país".

Esta mirada diversa y original sobre Colombia al margen de los titulares de diario se presenta en Barcelona, casi en voluntaria coincidencia con las fiestas navideñas. "El director del CCCB, Josep Ramoneda, estaba en Bogotá cuando abrimos la exposición y le pareció interesante a nivel conceptual y artístico", explica Pachón. "Creo que está bien porque la exposición puede ayudar a entender cómo se ve la situación desde dentro y, además, lo hace a partir del arte y el humor".

Divino Niño de Bogotá. L'Aparador. Centro de Cultura Contemporánea de Barcelona. Montalegre, 5. Hasta el 18 de enero.