El Consistorio hará 15.000 inspecciones de salud pública el año próximo

El alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, anunció ayer un nuevo plan municipal de inspecciones en materia de salud pública para garantizar la salubridad en restaurantes de comida rápida, bares, colegios, grandes almacenes o piscinas: habrá 15.000 inspecciones en 2004, una media de 40 al día. Es difícil decir si la cifra es especialmente alta, porque el nuevo equipo de gobierno no sabe cuántas inspecciones se hicieron el año pasado; pero el alcalde sí quiso subrayar que, por primera vez, se fijará previamente el número y el tipo de local a inspeccionar, por meses y por distritos. La comisión de gobierno aprobó también renovar, con un monto de 395 millones de euros, el concurso de gestión de los servicios de atención a mayores.

Un equipo de 130 inspectores -el grueso del cuerpo, un centenar, dependientes de las juntas de distrito; 15, de la dirección gerencia de Salud Pública, y otros 15 destacados en Mercamadrid- se encargará de controlar el año próximo que los establecimientos de venta al público o de uso común de la ciudad cuenten con todas las condiciones de salubridad necesarias. El gobierno municipal dispondrá antes de fin de año de una relación de todas las inspecciones que estos técnicos tendrán que hacer cada mes y en cada distrito. No sabrán con tanta antelación en qué locales concretos tienen que entrar, pero sí tendrán la orden, por ejemplo, de inspeccionar un mínimo de 70 establecimientos en el distrito de Tetuán en el mes de agosto, o 90 en abril en Arganzuela.

Esas 15.000 serán las inspecciones "programadas". A ellas habrá que sumar las actuaciones de urgencia que se producen a lo largo del año por situaciones de alerta ciudadana. Los locales que estarán bajo vigilancia de los inspectores serán, fundamentalmente, restaurantes, locales de comida rápida, bares y cafeterías, hoteles, comedores infantiles, guarderías públicas, residencias de mayores, grandes almacenes, carnicerías y salchicherías, quioscos y terrazas de verano, pastelerías, piscinas y establecimientos de piercings y tatuajes.

Una comisión especial de seguimiento de las inspecciones se reunirá "mensualmente" para evaluar su actividad. El objetivo es que todos los establecimientos de la ciudad cumplan los requisitos de seguridad, higiene y salubridad mínimos, y también elaborar un censo de locales por distritos. Dentro de la misma campaña, el Ayuntamiento vacunará a unos 13.000 animales para garantizar la seguridad de los vecinos.

Los portavoces de las Concejalías de Seguridad y Servicios a la Comunidad y de Coordinación Territorial pusieron ayer un gran énfasis en la importancia de este plan -que no es nuevo en el Ayuntamiento y que siempre ha dependido de las juntas municipales de distrito-, pero no supieron precisar cuántas inspecciones se realizaron en años anteriores.

La comisión de gobierno aprobó también la convocatoria de concurso público que decidirá qué empresas gestionan los servicios de atención domiciliaria y los centros de día para mayores. El dinero que el alcalde anunció ayer, 395 millones en cuatro años, sólo sirve para renovar los contratos que ya existen y ampliar un poco la atención a domicilio: de los 18.000 usuarios actuales a 30.000 en 2007 (en Madrid viven más de 100.000 ancianos solos). También incluye las 220 nuevas plazas en centros de día que se crearán en 2004 (ahora hay 1.310).

Pero nada se dice del resto de las 3.400 plazas nuevas que la concejal de Empleo y Servicios al ciudadano, Ana Botella, prometió crear en esta legislatura. "Eso se financiará con cargo a otro plan, que aún no está elaborado", explican desde la concejalía. Sobre este plan desconocido preguntó a Botella el pasado lunes la portavoz de IU, Inés Sabanés. "Nos dijo que nos lo contaría en breve. Pero, desde luego, con el dinero que han anunciado hasta ahora, no da para casi nada de lo que el PP prometió en campaña", señala Sabanés, que augura, además, que el "negocio" de la gestión de los servicios a mayores caerá en manos de "las grandes empresas de siempre".