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Putin inicia la campaña electoral con ataques a las petroleras rusas

El presidente califica al sector energético de gallina de los huevos de oro

Pilar Bonet

El líder ruso, Vladímir Putin, inició ayer en la práctica la campaña para los comicios presidenciales del 14 de marzo de 2004 al confirmar oficialmente que se presentará a la reelección. En un diálogo en directo con sus conciudadanos, que fue televisado por los dos canales estatales y transmitido por radio, Putin reiteró que está en contra de un tercer mandato presidencial más allá del plazo máximo de ocho años que prevé la Constitución.

En diciembre, como ya es tradicional desde hace tres años, el presidente se convierte en protagonista de una sesión intensiva de comunicación con sus ciudadanos. La de ayer duró tres horas. En ese tiempo respondió a 70 del 1.600.000 preguntas (100.000 más que en 2002), que le llegaron vía Internet, teléfono y en directo desde las calles y plazas de distintas ciudades del país, desde el Lejano Oriente a la frontera con Finlandia. Las preguntas fueron tan respetuosas que, en ocasiones, el mismo Putin las interpretó a su antojo para poder criticar algunos aspectos de la Administración.

Finalizado este diálogo, el presidente comentó a los periodistas que no va a presentarse a la reelección en nombre de un partido político, sino que piensa recoger dos millones y medio de firmas para apoyar su candidatura. El líder ruso considera "estúpido y perjudicial" el boicoteo de las elecciones presidenciales, una opción que acarician tanto los comunistas como los liberales de la Unión de Fuerzas de Derechas (UFD) y Yábloko. "Los que consideran que no tienen posibilidades, aunque las posibilidades existen siempre, harían mejor utilizando la tribuna para luchar por sus ideas", dijo.

Frente a las cámaras, el presidente dio una de cal y otra de arena a los liberales, que en las legislativas del 7 de diciembre se quedaron fuera del Parlamento al no superar la barrera del 5%. El presidente dijo que no se alegraba de su derrota, pero que ésta había sido clara debido a los "errores estratégicos y tácticos" cometidos y también por la incapacidad de ambos partidos para unirse. Si la UFD fracasó, no fue por falta de recursos, dado que Anatoli Chubáis, uno de sus dirigentes, es también el presidente de la compañía de electricidad rusa, dijo Putin.

El líder ruso expresó el deseo de que los liberales no desaparezcan y manifestó que mantendría consultas con ellos para buscar fórmulas de emplear sus recursos humanos e involucrarlos en un diálogo con el Gobierno, la Duma y la Administración.

El exceso de beneficio

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El sector energético es, para Putin, la gallina de los huevos de oro. "Matar a esta gallina iría en contra del sentido común y sería estúpido e intolerable. No ocurrirá. No se preocupen", dijo el presidente, quien se mostró partidario de una intervención del Estado para redistribuir los "beneficios excesivos" del petróleo en favor de otros sectores de la economía.

Putin no nombró a la petrolera Yukos ni a su dirigente Mijaíl Jodorkovski, actualmente encarcelado, pero mostró su desagrado por las presiones de las petroleras, que, según dijo, derrotaron al Gobierno el año pasado al impedir que la Duma Estatal (la cámara Baja del Parlamento) aprobara una legislación fiscal para redistribuir ese "exceso de beneficio" del crudo de una forma más favorable para el Estado.

En la actualidad, el beneficio excesivo se reparte, según Putin, al 50% entre las petroleras y la Administración, lo que está lejos del modelo de otras "economías desarrolladas", donde, según el presidente, el Estado se queda con el 80% y las petroleras con el 20%.

Putin dijo que la mayoría de los partidos políticos de la Duma se habían plegado a las presiones de las petroleras, incluido el Partido Comunista, y los liberales de Yábloko y la UFD.

Las fuerzas centristas que apoyan al presidente votaron por los impuestos, pero sus votos no bastaron para que prosperara la legislación fiscal, según explicó Putin, que calculó en 3.000 millones de dólares los ingresos suplementarios que ésta hubiera reportado al Estado. El presidente no cuestionó las privatizaciones, pero indicó que la prioridad hoy es otra. "Lo que hay que hacer no es acabar las privatizaciones, sino mejorar la gestión. Todos deben sentir el efecto de una empresa que trabaja bien", señaló Putin, según el cual la economía rusa crecerá este año hasta un 6,9 %.

Vladímir Putin, ayer durante una entrevista en directo por televisión.
Vladímir Putin, ayer durante una entrevista en directo por televisión.EFE

En defensa de la ONU

Como aliado de Estados Unidos en la lucha contra el terrorismo internacional, Vladímir Putin dijo ayer que no desea la derrota de aquel país en este campo, pero consideró que la intervención de Washington en Irak tiene otros motivos.

"Irak es otro asunto, porque Sadam Husein no tenía terroristas internacionales", señaló el líder ruso en respuesta a una pregunta de sus conciudadanos. Según Putin, el beneplácito de la ONU es requisito para las intervenciones militares internacionales y "todo lo que se ha hecho sin la aquiescencia del Consejo de Seguridad de la ONU no se puede considerar ni justo ni justificado". Putin, que debía entrevistarse con el enviado norteamericano James Baker para hablar de la deuda de 8.000 millones de dólares que mantiene Irak con Rusia, advirtió a Estados Unidos contra los sentimientos de "infalibilidad e invulnerabilidad" que, a su juicio, siempre perjudicaron a los países que se creen imperios. "Espero que esto no les suceda a nuestros socios norteamericanos", añadió.

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Sobre la firma

Pilar Bonet
Es periodista y analista. Durante 34 años fue corresponsal de EL PAÍS en la URSS, Rusia y espacio postsoviético.

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