El filme 'Pacifica Radio' desvela la crónica silenciada de EE UU

Dice enigmático el guionista y productor Elías Querejeta que hay otras formas de conocimiento que no son las personales. No precisa cuáles pero, desde su mesa y junto a Sergio Oksman, director de la película, y Carlos Muguiro, ha escrito el guión de Pacifica Radio, un filme que a través de la vida cotidiana de cinco personas desvela la crónica silenciada de Estados Unidos. Estos días se termina en Nueva York y San Francisco el rodaje de esta historia que recuerda la guerra fría, el miedo al comunismo, la caravana del senador McArthy que recorrió todo el país con la caza de brujas, Vietnam y las guerras que la siguieron.

¿Cómo seguir viviendo después de Hiroshima y Nagasaki?, se preguntaron los profesores de la

Universidad de Berkeley en 1949 deseosos de tener un medio de comunicación que nunca ocultase nada a los oyentes para evitar la repetición de la tragedia. "Alguien propuso montar una radio y los profesores decidieron colaborar. A partir de eso nace una emisora que los más pesimistas pensaban que iba a durar seis meses y los más optimistas hablaban de un año. Han pasado más de 50 años y se mantiene viva, se expande. Por esa radio suenan buena parte de la vida y el pensamiento progresista americanos", cuenta Querejeta, productor de películas como El espíritu de la colmena y Los lunes al sol.

"Se configuraron unos personajes que podían narrar estos 50 años, y lo que ahora estamos haciendo es acercarnos a estas personas que han contribuido a hacer la historia de esta radio", prosigue Querejeta. Afirma que conocía indirectamente la radio calificada de antipatriota, y que ha sido Oksman quien se ha desplazado en distintas ocasiones a Estados Unidos.

Uno de los entrevistados es Al Lewis, el abuelo de la serie de televisión La familia Monster. A sus 93 años se gana la vida actuando como Drácula de feria en feria y continúa teniendo un programa semanal en Pacifica Radio, una cadena que los únicos recursos económicos que tiene para mantener su independencia son las ayudas y colaboraciones de los oyentes que nunca le han fallado. Entre los fieles se encuentra Virginia, que aparece también en pantalla, y que desde hace 50 años paga su cuota rigurosamente.

Amy Goodman, una de las reporteras más populares de la emisora, accedió también a ponerse ante la cámara. La trágica mañana del 11 de septiembre, la periodista, que conducía el espacio en antena, abandonó la emisora, situada en el corazón de Manhattan, para trasladar el sentir de los neoyorquinos desde la calle. En el programa de Bob Fass, otro de los testimonios, se mantiene la protesta contra Vietnam. En él actuó Bob Dylan y allí aterrizan, desde entonces, todos los veteranos de las guerras de EE UU. Pos su parte, Johnny Spain se convirtió en pantera negra en la cárcel, dónde escuchaba Pacifica a través de un receptor clandestino que él mismo fabricó.