Tony Blair: "Irak está encantado de que Sadam sea historia"

"Las celebraciones en las calles de Bagdad, en Basora [bajo mando británico] y en todo Irak demuestran de una vez por todas lo encantados que están los iraquíes de que el régimen de Sadam Husein ya sea historia", proclamó ayer un eufórico Tony Blair ante la Cámara de los Comunes.

El primer ministro británico, que en su comparecencia de la víspera ante las cámaras de televisión había hecho hincapié en la reconciliación de todos los iraquíes, pareció dirigirse ayer sobre todo a la opinión británica para reivindicar el trabajo de la coalición anglo-americana en Irak.

"La agenda política nos lleva hacia un Irak en el que habrá un Gobierno democrático, donde por primera vez en decenios habrá libertad de expresión y de religión", defendió. Y lanzó un triunfalista balance del trabajo efectuado desde la caída del régimen, hace ocho meses: "Se han puesto en marcha más de 17.000 proyectos de reconstrucción; la producción de petróleo ha alcanzado los 320.000 barriles diarios y toda esa riqueza va a beneficiar a los iraquíes, en lugar de ser expoliados como pasaba en el régimen de Sadam Husein".

Pero, apenas unas horas después de la comisión de dos nuevos atentados en Bagdad, advirtió también de que hay que seguir luchando: "Los terroristas están ahí, son pocos en número, pero sus tácticas requieren que seamos vigilantes y luchemos contra ellos con dedicación y firmeza porque la victoria será para los iraquíes".

Tanto Blair como su ministro de Exteriores, Jack Straw, reafirmaron la oposición del Reino Unido a la pena de muerte pero dejaron muy claro que no perderán muchas energías luchando por la vida de Sadam Husein tras el juicio. "Son el pueblo y el Gobierno iraquíes quienes han de decidir en última instancia", proclamaron ambos. "Es una realidad que la pena de muerte existe y que es usada por otros países, entre ellos dos de los cinco miembros permanentes de Naciones Unidas", dijo Straw en referencia a Estados Unidos y China.