Las bolsas acogen con escasos avances la captura de Sadam

La euforia duró poco en los mercados tras la captura de Sadam Husein el sábado. Sólo Tokio cotizó ayer con fuerza el acontecimiento al ganar el 3,16%. Las bolsas europeas, al igual que el dólar, empezaron con brío, pero a medida que avanzaba la sesión se apagó la alegría. El Ibex 35 de la Bolsa española ganó el 0,5% y marcó un nuevo máximo anual. Francfort subió el 0,4%; París, el 0,57%, y Londres, el 0,1%, mientras las bolsas estadounidenses abrían con subidas de similar cuantía. El dólar se debilitó por la tarde, y el euro marcó un nuevo máximo histórico en 1,2316.

La captura del ex presidente iraquí Sadam Husein tuvo un limitado efecto en los mercados. Tras una euforia inicial, que sobre todo recogió Tokio, el resto de plazas fue perdiendo fuerzas, inquietas con nuevas incertidumbres ante las explosiones que ayer mismo se produjeron en la capital de Irak.

El dólar fue paradigma de este comportamiento, ya que, tras recuperarse frente al euro por la mañana, volvió a la debilidad. Con ello, el euro marcó un nuevo máximo histórico al alcanzar los 1,2316 dólares. Al precio del petróleo le pasó algo muy similar. Llegó a bajar hasta los 29,7 dólares por barril en el mercado londinense, pero repuntó a medida que avanzaba la sesión hasta situarse en 30,22 dólares, con un recorte de tan sólo 15 centavos en relación a los precios del pasado viernes.

Y las bolsas, otro tanto. El Ibex 35 del mercado español llegó a superar la barrera de los 7.500 puntos, pero perdió esta referencia para cerrar en 7.471,8 puntos, pese a lo que logró marcar un nuevo máximo del ejercicio. Destacó el volumen de negocio, récord del año, que se explica en una importante aplicación (compraventa simultánea) sobre acciones de Carrefour. En el resto de Europa las ganancias al cierre fueron también muy suaves e inferiores a las marcadas por la mañana.

En las bolsas estadounidenses, el Dow Jones se afianzó por encima de los 10.000 puntos. El Nasdaq y el S&P 500 también registraron avances moderados. Los analistas consideran que la detención del dictador iraquí es positiva, porque coincide con la recuperación de la economía y permitirá empezar a dejar atrás las incertidumbres geopolíticas.

"Psicológicamente es un plus", señalan los economistas de Merrill Lynch, "porque reduce los riesgos". Pero a renglón seguido advierten de que la confianza de los inversores y el precio del petróleo pueden verse afectados por nuevos ataques de la resistencia. "Con Sadam en manos de las fuerzas de la coalición, puede mejorar la seguridad interna en Irak y ayudará a los esfuerzos de reconstrucción, pero hay dudas de que los ataques vayan a desaparecer", explican en Citigroup. "La violencia no está controlada", añaden en Goldman Sach.

Los analistas de la firma Jefferies advierten de que "la situación no se va a arreglar de la noche a la mañana". "Lamentablemente, la guerra contra el terrorismo está lejos del fin y la estabilidad en la región no llegará con un arresto", añaden en este sentido desde Citigroup.