El presidente de Pakistán escapa ileso de un atentado
Un error de un minuto permitió al presidente de Pakistán, Pervez Musharraf, escapar ileso de un intento de asesinato ocurrido cuando la comitiva presidencial acababa de atravesar un puente en Rawalpindi, la antigua capital, situada a 15 kilómetros de la actual, Islamabad. La explosión destruyó el puente justo después de que pasara Musharraf.
Fuentes oficiales confirmaron que la explosión se produjo a las 19.15 hora local (14.15 hora peninsular española). "El presidente Musharraf pasó justo un minuto antes de que se destruyera el puente, pero el presidente se encuentra bien", dijo el general Shaukat Sultan, uno de los portavoces militares. "Ha sido un acto terrorista", añadió.
Musharraf, que ha sufrido ya dos intentos de asesinato desde que llegó al poder en un golpe de Estado incruento en 1999, se ha ganado la ira de los sectores más ultraislamistas de Pakistán después de que, tras los atentados del 11 de septiembre de 2001, decidiese apoyar la invasión norteamericana de Afganistán para derrocar a su antiguo aliado, el régimen talibán. Desde entonces, y a instancias de EE UU, Musharraf ha desatado una guerra sin cuartel contra los militantes más violentos.
El mes pasado, Musharraf, que colgó el uniforme de general para presentarse a unas presidenciales que la oposición calificó de fraudulentas, ilegalizó a seis grupos que, según EE UU, eran las mismas formaciones radicales prohibidas en 2002, que emergían con otro nombre. En octubre también fueron condenados a 10 años de cárcel cada uno de los tres acusados de haber atentado en 2002 contra Musharraf. Los tres pertenecen a Al Ami, la facción radical del islamista Harkat ul Muyahidin.
