Sentimientos encontrados en el mundo árabe
La primera reacción oficial de un Gobierno árabe llegó ayer de Kuwait, cuyo primer ministro, el jeque Sabah al Ahmad, se congratuló por el apresamiento de Sadam Husein y recordó que "cometió muchas atrocidades contra su pueblo y sus vecinos". La televisión estatal kuwaití interrumpió su programación para ofrecer la noticia de la captura del ex dictador iraquí. Analistas tanto kuwaitíes como iraquíes comentaban en pantalla la importancia de esta detención mientras pasaban imágenes del brutal legado de terror del ex presidente de Irak.
Decenas de personas tomaron ayer Gulf Road, la avenida principal de la capital kuwaití, para celebrar la caída del hombre que invadió y ocupó durante siete meses Kuwait hace 13 años, hasta su expulsión por una coalición liderada por EE UU. "Es el fin de una pesadilla", aseguraba ayer a este periódico Farez Shammari, 52 años, en conversación telefónica desde Kuwait. "Estoy muy feliz. Parte de mi familia fue asesinada por los iraquíes durante la invasión".
Un chiste enviado como mensaje de móvil no dejaba ayer de circular por los teléfonos del pequeño emirato árabe. El antiguo ministro iraquí de Información Mohamed Said al Sahaf "desmentía la captura de Sadam". "No han detenido a Sadam, el hombre arrestado es el jefe de los talibanes de Afganistán", se leía en las pantallas de los móviles. Al Sahaf se hizo célebre durante la guerra por sus conferencias de prensa triunfalistas y en clara contradicción con la realidad. El ex ministro, apodado Alí el cómico, reside desde julio en los Emiratos Árabes Unidos tras haber sido autorizado por EE UU a abandonar Irak, que no le incluyó en la baraja. de los más buscados.
Israel e Irán se congratularon por la caída de Sadam. "Es una excelente noticia para Israel y una prueba de que la comunidad internacional no tolera Estados totalitarios que apoyen el terrorismo internacional", declaró el presidente israelí, Moshe Katzav, informa France Presse. El vicepresidente de Irán, Mohamad Alí Abtahi, se regocijó por la captura de un "criminal que cometió miles de crímenes contra los iraníes". Irán libró una sangrienta guerra con Irak durante más de ocho años.
Otras reacciones fueron más circunspectas. Jordania consideró que se había cerrado "una página" y el ministro de Exteriores de Egipto expresaba su deseo de que el arresto supusiese el retorno de la soberanía para el pueblo iraquí. El secretario general de la Liga Árabe, Amro Musa, calificaba como "importante" la detención del antiguo presidente, que ponía "fin definitivamente al ex régimen" de Irak, informa Efe.
Los países árabes se dividían ayer entre el júbilo por la detención de un dictador cruel y la tristeza de ver a un símbolo de la resistencia árabe contra Estados Unidos entre rejas. Eran ayer muchos los árabes que temían que la captura de Sadam iba a impulsar la presidencia de George W. Bush, culpable directo, según ellos, de una campaña de acoso contra sus países tras los atentados del 11 de septiembre. Otros aseguraban que la lucha contra la ocupación estadounidense de Irak seguiría adelante. "Es una buena noticia, pero hubiéramos preferido que hubiese sido el pueblo iraquí el que lo capturase, y no las tropas americanas".
La captura tenía tintes de decepción para muchos ciudadanos del mundo árabe. Sadam podía ser considerado como un dictador que oprimía a su pueblo, pero no fueron pocos los que lo vieron como el único líder árabe que se resistió a EE UU, que, en su opinión, ha campado a sus anchas por toda la región.
Hubo absoluto mutismo de la Autoridad Palestina. El primer ministro palestino, Ahmed Qurei, rehusó hacer declaraciones. Preguntado sobre su reacción ante la captura de Sadam, Abu Alá se dio la vuelta y abandonó la Mukata.
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