Zapatero pide a la sociedad que dé paso a una nueva mayoría capaz de dialogar

Bloqueo o reforma y diálogo. Son las dos opciones que ayer planteó el candidato socialista a la presidencia del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, para las elecciones de marzo. El líder del PSOE acusó al PP de "haber bloqueado" la vida política e institucional y sentenció que "cuando la mayoría no es capaz de acordar y de dialogar, tiene que haber una nueva mayoría, y el PSOE tiene capacidad para hablar con el PP y con todas las fuerzas". El líder socialista auguró que el PP "se apuntará" en su momento a las reformas, pero dijo que no ha hecho "política de Estado, ha utilizado al Estado".

La segunda y última jornada de conmemoración en las Cortes del vigésimoquinto aniversario de la Constitución sirvió al candidato socialista a la presidencia del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, para trazar el hilo conductor de su próximo mensaje electoral y hacer balance de la gestión del Gobierno de José María Aznar.

De entrada, trató de restar validez al posible afán de los populares de presentar como representante del cambio a Mariano Rajoy, sucesor de Aznar al frente del partido, y tachó de "poco creíbles" las ofertas de consenso que minutos antes acababa de hacer Rajoy, a pocos metros de donde él se encontraba, en el mismo salón del Congreso. "Aznar y Rajoy han roto el consenso en política exterior y han impedido el diálogo entre las comunidades autónomas", declaró Zapatero.

Lo cierto es que el discurso pronunciado por el Rey el día anterior en el Congreso le sirvió al líder del PSOE para reforzar alguna de sus tesis. "Para recuperar el clima de consenso que el Rey invocaba con inteligencia histórica, hace falta en España un nuevo impulso, un avance, nuevas propuestas que nos permitan dar un salto adelante respecto a estos 25 años", dijo Zapatero.

En conversación informal, habló también de sus expectativas electorales, de las encuestas y del momento político. "El PP tiene bloqueados los grandes temas de este país, hay una situación de bloqueo e inmovilismo en asuntos que afectan a la sociedad, y cuando se toca fondo es necesario nuevo impulso, diálogo y nuevos horizontes". Sobre la encuesta publicada ayer por EL PAÍS, que sitúa al PSOE a tres puntos del PP en intención de voto expresa, agregó: "Hemos visto muchas fluctuaciones. Las cosas pueden cambiar en el último minuto del partido".

Y continuó: "En las próximas elecciones se trata de bloqueo o avance; cuando la mayoría que gobierna no es capaz de acordar, de dialogar, lo normal es que haya una nueva mayoría. Nosotros podemos representarla porque tenemos capacidad para pactar con el PP y con todos los partidos".

Elogios a Maragall

El secretario general socialista reiteró sus propuestas de reforma constitucional y aventuró que "el PP llega tarde a las reformas, pero se sumará a ellas como ha hecho con la Constitución". Reiteró que una reforma del Senado debe convertirlo en el foro y centro del debate autonómico, y debe dar paso a la creación en su seno de la Conferencia de Presidentes de comunidades, como ámbito de diálogo con el jefe del Ejecutivo de España.

También quiere Zapatero que en la Constitución figuren con su nombre cada una de las 17 comunidades autónomas y las dos ciudades de Ceuta y Melilla, y que queden incorporados algunos aspectos de la próxima Constitución Europea, sobre todo la Carta de Derechos de los Ciudadanos. Por último, en aras de la igualdad constitucional de hombres y mujeres, debe suprimirse la preferencia masculina en la sucesión de la Corona.

A pocas horas de que se conozca el resultado de las negociaciones para formar gobierno en Cataluña, Zapatero apostó por un ejecutivo de izquierdas presidido por "Pasqual Maragall, que primará sobre todo la política social". Zapatero elogió a Maragall y aseguró que su presidencia será buena "para Cataluña y para España". Sin embargo, quiso mostrarse respetuoso con CiU y, singularmente, con Jordi Pujol.

El líder socialista quiso dejar claro que la reforma del Estatuto de Cataluña podrá hacerse "con los límites constitucionales", y que el Pacto Antiterrorista tiene plena vigencia y queda fuera de la lucha electoral, por lo que sería deseable una reunión de sus miembros antes de que empiece la campaña. Preguntado un poco después, Aznar declaró que en principio no ve razones para celebrarla.