El Partido Comunista ha dejado de ser el favorito aunque es la principal fuerza opositora

El Partido Comunista (PC) de Rusia es la principal fuerza opositora al Kremlin, pero ya no es el favorito en las legislativas que se celebran hoy. Nunca antes el PC había estado en una situación tan difícil ante las urnas, por lo que no podrá ser ya el partido más votado, como en los dos últimos comicios parlamentarios. Sobre el PC, que defiende un modelo socialista y se pronuncia por la nacionalización de las grandes empresas, han caído como mazazos los éxitos del régimen encabezado por Vladímir Putin, la creación de organizaciones especialmente diseñadas para arrancarle votos y los escándalos que han marcado esta campaña.

El PC -que en los comicios de 1999 recibió el 24,9% de los votos en la lista por partidos, y en 1995 el 21%, ocupando en ambas oportunidades el primer lugar- podrá felicitarse si obtiene ahora el 20%, aunque algunas encuestas sostienen que puede quedarse alrededor del 15%.

El primer factor que juega en contra de los comunistas son los éxitos económicos del Gobierno, gracias principalmente al alto precio del petróleo. Pero los escándalos han golpeado fuertemente al PC, al que sus rivales se esfuerzan por mostrar como un partido que ha abandonado sus ideales y se ha unido al gran capital. La lista de millonarios comunistas ha sido profusamente usada por sus rivales en los debates y actos electorales durante la campaña.

Para acosar a los comunistas también se ha utilizado a las instituciones estatales. Así, el Tribunal de Cuentas comenzó a investigar a la Corporación de Construcción Agrícola, que encabeza Víktor Vidmánov, principal financista del PC. Guennadi Ziugánov, el líder comunista, tuvo que salir a defender públicamente a su patrocinador, que es acusado de haber utilizado créditos estatales que ha recibido la Corporación para financiar al PC o que simplemente se ha apropiado ilegalmente de grandes sumas que ha sacado a Chipre.

El escándalo más gracioso ha sido el que provocó una estatua de Ziugánov erigida en el jardín de la que fue su casa en su aldea natal. Para la escultura se utilizó el cuerpo de un monumento a Lenin, cuya cabeza fue sustituida por la del actual líder comunista. Ziugánov ha denunciado el hecho como una provocación organizada por sus enemigos.

Pero la verdad es que el PC sigue siendo un enemigo del gran capital: continúa pidiendo la prohibición de la libre compraventa de la tierra y aboga por la nacionalizacón de las principales industrias, incluida la del petróleo. Sus otras dos consignas son: sueldos y pensiones superiores al mínimo vital y gastos fijos inferiores al 10% de los ingresos familiares por vivienda, agua y energía.