PSC y ERC salvan la última divergencia de sus programas con un consenso sobre financiación

Socialistas y republicanos superaron ayer uno de los mayores escollos para un acuerdo de gobierno, la financiación de la Generalitat. La fórmula prevé denunciar el acuerdo alcanzado por CiU y PP en 2001 y defender un sistema que pueda lograr para Cataluña los resultados del sistema de concierto de Navarra y Euskadi. Pocas horas después de este acuerdo, los negociadores de CiU entregaban a ERC documentación sobre las concesiones administrativas renovadas en las últimas semanas, esforzándose en atender las exigencias de transparencia. Los republicanos han aplazado para el martes la reunión de su comisión ejecutiva en la que, salvo nuevos aplazamientos, decidirán si gobiernan con CiU o PSC.

Los republicanos están firmemente decididos a madurar sus posiciones en las próximas horas, y a llegar el martes a la reunión de su dirección con una orientación clara sobre la opción de Gobierno. Mientras los dirigentes socialistas siguen anunciando que avanzan en la negociación con Esquerra "sin que nadie abdique de sus programas", como explicó ayer el primer secretario del PSC, José Montilla, los negociadores de CiU opinan que con las concesiones realizadas "ya estamos de acuerdo en todo". Y, sin embargo, Esquerra no da señales de entrar en esa vereda.

La constitución del Parlamento catalán se celebra esta mañana, pues, sin que hayan culminado las negociaciones en curso para la formación del futuro gobierno de la Generalitat. Los socialistas anunciaron ayer que apoyarían al candidato de Esquerra Republicana para la presidencia del Parlamento, Ernest Benach, que el martes había obtenido ya el apoyo de CiU.

La decisión de los socialistas fue comunicada a los republicanos por Montilla, y Ernest Maragall, en una reunión de una hora celebrada por la mañana en el Parlamento. En este encuentro se produjo lo que Montilla calificó como "avances significativos" para adoptar una posición común sobre la financiación autonómica. El republicano Joan Puigcercós explicó que esta posición común prevé la denuncia de los acuerdos negociados por CiU y PP en 2001 y la propuesta de que el nuevo sistema de financiación abra la perspectiva de unos resultados similares a los conciertos de Navarra y País Vasco, sin poner en riesgo el régimen general.

A este acuerdo se llegó ayer después de que sendas comisiones de ambos partidos dedicaran toda la tarde del miércoles a buscar el punto de encuentro entre sus respectivas posiciones.

Entrevistas de Carod

Mientras las delegaciones continuaban en su carrera negociadora, el líder de Esquerra, Josep Lluís Carod, mantuvo a mediodía un encuentro con el candidato socialista a la presidencia de la Generalitat, Pasqual Maragall. Fue una entrevista de una hora de duración, en la que ambos líderes hablaron "de todo" lo relativo a la actual situación, aunque "no abordaron los detalles propios de los equipos negociadores", dijeron fuentes cercanas a ambos. El clima personal "fue positivo", aunque se trate de dos personalidades muy diferentes, añadieron.

Por la tarde, Carod acudió a la Casa dels Canonges, la residencia oficial de Pujol como presidente de la Generalitat en funciones, y a petición, por segunda vez, de éste. "Mantuvieron un intercambio de posiciones" y Pujol insistió en su tesis de "fraguar un Gobierno CiU-PSC-Esquerra", indicaron fuentes conocedoras del desarrollo de la reunión. A mediodía, Carod coincidió en un acto público con el candidato de CiU a la presidencia de la Generalitat, Artur Mas, y con Joan Saura, presidente de Iniciativa Verds, el tercer partido necesario para la formación del gobierno de izquierdas. Carod tuvo un largo aparte con Saura. Y por la tarde anunció que se entrevistaría hoy con Mas. La irrupción de Pujol en este proceso, con el objetivo de conseguir lo que no logran los negociadores de CiU, ha dejado en segundo plano a Mas.