Muchas tareas pendientes en Afganistán
PATRICIA ORTEGA DOLZ | Madrid
Por los ojos de Sahar Sabaa han pasado imágenes terribles. En su retina han quedado grabadas escenas de huidas y desesperaciones, de miedo y escondites, de campos de refugiados y guerras. Pero lo peor es que, a sus 30 años, todo aquello no se ha convertido en un penoso recuerdo, sino que escenas e imágenes similares siguen dilatando sus pupilas cada día que pasa en Afganistán.