Autoinmolación femenina
Coincide felizmente en la editorial Siruela la publicación de La puerta secreta con la reedición de El muro, la terrible robinsonada feminista que dio fama internacional a Marlen Haushofer (Frauenstein, 1920-Steyr, 1970). Con ella ya están al alcance del lector español los tres libros más importantes de esta extraordinaria autora austriaca. Su última novela, La buhardilla, se tradujo al castellano en 1998 (Ediciones Trea, Gijón). Y aunque en La puerta secreta todavía no se manifiestan el dominio formal y la madurez argumentativa posteriores, deslumbra por la gran agudeza con que se describe el proceso de una autoinmolación amorosa como salida a una existencia anodina, amén de introducir un universo narrativo verdaderamente singular, capaz de cuestionar nuestros esquemas genéricos y nuestro orden social.
LA PUERTA SECRETA
Marlen Haushofer
Traducción de María Esperanza Romero y Richard Gross
Siruela. Madrid, 2003
178 páginas. 17,50 euros
EL MURO
Marlen Haushofer
Traducción de Genoveva Dietrich
Siruela. Madrid, 2003
270 páginas. 12,02 euros
Annette es una bibliotecaria de treinta años, inteligente, emancipada, delicada, que disimula su creciente soledad con amoríos insignificantes. Al conocer el amor pasional, en un hombre "de brutal vitalidad", abandona su vida independiente y se deja encerrar en una jaula dorada.
Haushofer transparenta la falsedad de la unión, directamente desde el monólogo interior de la protagonista, que gana de esta manera un formato intelectual y humano impresionantes.
Annette analiza fríamente,
en un diario, su entrega incondicional a este amor, que acepta "para no recaer en el estado de petrificación", por la sensación de sentirse viva: "Uno no es ciego cuando ama; reconoce los errores de la persona amada con tanta precisión como los propios y comienza a depositar amor sobre las partes sarnosas. Pero el mal asoma una y otra vez. Así no funciona, hay que amar a la sarna misma".
La crítica social que encierra esta historia de apariencia trivial, va mucho más allá de una simple queja sobre la incompatibilidad entre el hombre y la mujer, que se le ha atribuido habitualmente: "Y es que siempre me ha conmovido la ceguera y la tosquedad de los hombres, con el agravante de que ahora esos defectos empiezan a producirme miedo. Esa torpeza, aparentemente simpática, encierra algo espantoso e inhumano: un no-estar-interesado en la vida orgánica. Veo en el noticiario semanal a chicos y a hombres de todas las edades apostados ante las imágenes del último cohete o ante los innumerables parques automovilísticos. Un escalofrío me recorre la espalda al contemplarlos". Haushofer detecta con severa objetividad los mecanismos de deshumanización y enajenación impuestos por la vida moderna en el hogar familiar y en la pareja. El precio de su funcionamiento lo pagan las mujeres, como argumenta, con rotunda claridad, esta preciosa novela fatalista.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.