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COPA DEL AMÉRICA

El dinero despliega velas en Valencia

La competición reportará importantes beneficios económicos y de impacto mediático

La celebración de la Copa del América en 2007 será un gran negocio para Valencia, auguran los impulsores de la candidatura. Pero también lo será para America's Cup Management (ACM), que defiende los intereses del propietario del Alinghi, Ernesto Bertarelli. Aunque los detalles del contrato entre ambas partes sólo empiezan a conocerse ahora, se han manejado cifras multimillonarias para satisfacer las exigencias de la empresa suiza. Valencia Convention Bureau, que ha centralizado las negociaciones con ACM, estima en su página web, la oficial de la candidatura, un impacto económico para la ciudad "de más de 1.500 millones de euros" que implicaría "la creación de más de 10.000 puestos de trabajo". Señala también que cada sindicato participante -se esperan al menos una quincena- cuenta con un presupuesto de unos 100 millones de euros y arrastra la estancia de más de 100 personas entre familias y técnicos, con alto poder adquisitivo, a lo largo de varios años.

El evento creará 10.000 puestos de trabajo y moverá más de 1.500 millones de euros
Los organizadores valencianos calculan cifras más abultadas que las que obtuvo Aukland

Los cálculos del esperado negocio surgen a partir de la auditoría realizada por las empresas McDermott Fairgray Group y Ernst & Young para la oficina de Turismo de la ciudad neozelandesa de Auckland, sede de las copas de 2000 y 2003. El informe, que se refiere al impacto económico del desafío de 2000, a raíz de la victoria neozelandesa en 1995, afirma que la preparación y celebración del evento generó para el país un valor económico añadido de unos 346 millones de euros, y de 255,6 millones para la región de Auckland. El análisis indica que los mayores impactos se registraron por el gasto de los sindicatos de regatistas (80,6 millones de euros), los turistas internacionales (88,6 millones), y las inversiones en infraestructuras y del gobierno (70,7 millones). La mayor actividad en la economía arrojó significativos beneficios en el sector naviero (68,4 millones de euros), en el transporte (43 millones), la construcción (49,5 millones), la hostelería (34,7 millones en alojamientos y otros 27,7 en restauración), por citar algunos. En cuanto a puestos de trabajo, la copa de 2000 generó 10.620 empleos en el país, y 8.070 en Auckland.

Ser la sede de dos competiciones seguidas supuso también para Auckland la modernización de una zona portuaria ocupada hasta principios de los noventa por aserraderos, negocios de pesca y vela y un restaurante flotante. Hoy se levanta en la zona un nuevo barrio elegante y muy de moda, según el ayuntamiento neozelandés. El llamado Viaduct Harbour ha vivido el desarrollo de 38.677 metros cuadrados de oficinas, de 33.589 metros cuadrados de zona residencial, y atrae a miles de personas a sus 20 restaurantes y bares y al paseo marítimo. La operación, con participación pública y privada, ha supuesto la inversión de 54 millones de euros.

Los organizadores valencianos se prometen cifras de negocio y beneficios más abultadas. Para empezar, esperan un aumento del turismo mucho mayor que en Auckland, tanto durante las regatas como a largo plazo. Recuerdan que Nueva Zelanda tiene una población que ronda los 3,5 millones de habitantes, y Auckland, la ciudad más grande del país, de 1,2 millones. Con la sede en Europa, la competición se sitúa a pocas horas de viaje en avión de 300 millones de personas y sus mercados. La Comunidad Valenciana ya es uno de los principales destinos turísticos de Europa, con más de 3,5 millones de visitantes anuales.

La remodelación de la fachada marítima, especialmente la dársena interior y otras obras en el Puerto, el desarrollo urbanístico de la zona, y las nuevas infraestructuras impulsadas por el viento de la copa, incidirán en sectores como la construcción y, claro está, el turismo, que ya prevé aumentar para 2005 las 10.000 plazas hoteleras actuales a 14.000.

Amparo Sancho, directora de Investigación del Turismo del Instituto de Economía Internacional de la Universidad de Valencia, prevé un "impacto importante" en el sector turístico y en los que están asociados a esta actividad. Pero también señala que no debe olvidarse el análisis de la función coste-oportunidad del proyecto, ya que las fuertes inversiones centradas en la Copa se detraen de las de otros sectores económicos. Y deberán estudiarse, además, las acciones futuras para seguir rentabilizando esta oportunidad de desarrollo, como ocurrió en Barcelona tras los Juegos Olímpicos, pero no en Sevilla con la Expo.

Nada desdeñables son también las cifras de inversión y participación en el negocio de ACM. Los estatutos del consorcio creado por el Ayuntamiento de Valencia, la Generalitat y el Gobierno central fijan un tope de aportación por parte de las administraciones para gestionar la Copa de 90 millones de euros, y el Consell ya ha anunciado que mantiene preparados tres millones para arrancar el proyecto. Dentro de 10 días, ACM deberá percibir del consorcio el 10% del pago estipulado en el contrato, un total de 60 millones de euros por los "derechos" de la competición, según explicó ayer el teniente alcalde de Valencia, Alfonso Grau. "Ese dinero lo reinvertirán aquí", afirmó Grau, en sus costes de organización de las regatas y en negocios propios. ACM se ha interesado por las posibilidades de negocio en Valencia, y pretende, entre otras cosas, invertir en un hotel en la dársena del Puerto, cuyo suelo se cedería en régimen de concesión, explicó el teniente alcalde. Ésta será una de las formas de generar también ingresos para el consorcio, que podrá otorgar concesiones a otros negocios en la zona, y contará con patrocinadores, entre otros instrumentos para financiarse.

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