La Asociación contra la Anorexia y Bulimia reclama más ayuda pública
Acudirá al Parlamento por segunda vez en seis años para plantear sus demandas
La Asociación contra la Anorexia y la Bulimia de Euskadi (ACABE) acudirá al Parlamento vasco por segunda vez en seis años en un intento de conseguir más medios para luchar contra ambas enfermedades. Los responsables de la asociación recalcan que las medidas de atención sanitaria para combatir esos transtornos de la conducta alimentaria que el Parlamento vasco aprobó en 1997 se han revelado "totalmente insuficientes".
La anorexia y la bulimia se encuentran entre las enfermedades psiquiátricas que han despertado mayor interés social y sanitario en los últimos años. La comparecencia de ACABE ante la comisión de Sanidad del Parlamento está prevista para diciembre, aunque es posible que se aplace a febrero dado que el último mes del año suele registrar una intensa actividad con el debate de los Presupuestos. En su primera intervención en la Cámara en febrero de 1997, los representantes de la asociación criticaron la situación en que se encontraban los afectados por los trastornos de la conducta alimentaria, así como las deficiencias asistenciales en cuanto a su tratamiento y recursos sociales.
Tras dicha intervención y después de constituir una mesa de trabajo junto a Osakidetza, se puso en marcha a finales de 1998 el conocido como programa intensivo. ACABE ya manifestó en su momento que no iba a responder a toda la demanda. Este programa permite atender las necesidades de un determinado grupo de enfermos que precisan de un tratamiento más constante e intenso que el que se ofrece desde los centros de salud mental, pero que no requieren de un ingreso psiquiátrico.
Desde la asociación se asegura que el contacto día a día con los enfermos y sus familias les ha permitido constatar que la situación, lejos de haber mejorado, requiere "un abordaje urgente por parte de las autoridades sanitarias" de Euskadi. Así, solicita al Parlamento que dé un paso más en la lucha contra estas enfermedades con la creación de la creación de unidades específicas para el tratamiento de los trastornos de la conducta alimentaria.
ACABE considera que estas unidades deben constar de camas para el ingreso hospitalario con un protocolo de actuación, tratamiento ambulatorio, la libre elección de médico, centros de día y más personal y equipos multidisciplinares que que trabajen coordinados.
Nueva mesa de trabajo
Además, pide que se realice un estudio epidemiológico y que se constituya una nueva mesa de trabajo junto a parlamentarios y representantes del Departamento de Sanidad, que dirige Gabriel Inclán, quien en su momento coordinó los trabajos para poner en funcionamiento el programa intensivo. Sanidad atiende cada año una media de 600 nuevos casos de jóvenes que sufren anorexia y bulimia.
En concreto, los servicios sanitarios de Euskadi atendieron durante el año pasado a un total de 1.775 personas, el 95% de ellas mujeres. Sin embargo, ACABE cree que la incidencia de la enfermedad es bastante mayor de lo que reflejan la estadísticas de Osakidetza. En su opinión, puede haber entre 10.000 y 20.000 mujeres de 12 a 45 años afectadas por estos trastornos de la conducta alimentaria. "Muchos casos escapan a los controles establecidos por sanidad", advierten fuentes de la organización.
La instauración del programa intensivo en 1998 supuso un antes y un después en el tratamiento de la enfermedad en el País Vasco y en el conjunto de España, al representar una novedad. Para acogerse a este programa, los pacientes tienen que cumplir una serie de requisitos. Cuentan con prioridad quienes han sufrido una pérdida de peso superior al 30%, están envueltos en un conflicto familiar grave o sufren una patología psiquiátrica asociada a la anorexia o bulimia, entre otras causas.
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