El PP zanja la crisis de los sueldos con subidas de entre el 2% y el 12% en Málaga

El equipo de gobierno del PP en Málaga ha zanjado la polémica sobre los sueldos de los concejales con una rebaja sustancial de los incrementos contemplados en el preacuerdo alcanzado con PSOE e IU y que establecía subidas de hasta el 26%. Finalmente, el salario de los miembros de la corporación se incrementará entre un 2% y un 12%, según el proyecto de presupuestos municipales para 2004 que ayer presentó el alcalde, Francisco de la Torre, que mantendrá congelado su salario. La subida más alta será para los concejales de distrito (10%) y los de la oposición (12%).

De la Torre no escatimó ayer elogios para los presupuestos del Ayuntamiento para 2004, al entender que incluyen "la mayor inversión de la historia de la ciudad". El presupuesto crece con respecto al actual ejercicio un 12% y se dispara hasta los 699 millones de euros. Prácticamente un tercio del montante global - 233 millones de euros- se destina a inversiones, partida que se ha duplicado en apenas tres ejercicios. Ni el PSOE ni Izquierda Unida quisieron profundizar en la valoración de estas cifras, aduciendo que las desconocían. No obstante, lamentaron que el PP hubiera vuelto a "inflar" el capítulo de ingresos y de inversiones.

De la Torre defendió ayer que se trata de un presupuesto "muy inversor, austero en el gasto y que genera ahorro corriente" y que ello lo conseguía sin subir los impuestos, ya que defiende que el incremento medio del 3% aprobado para 2004 es "una actualización".

Entre las prioridades, De la Torre destacó que el presupuesto contempla la construcción de 4.371 viviendas de protección oficial, de las que reconoció que sólo 2.984 eran nuevas; 11 centros sociales (5 nuevos); 26 edificios de aparcamientos y partidas para algunas de las infraestructuras más importantes que está previsto que se inicien en la ciudad: el metro, el estadio de atletismo o la mejora de la Rosaleda.

El presupuesto de 2004 vuelve a contemplar, como ya hiciera el actual, un ingreso a la arcas municipales de algo más de 17 millones de euros por la privatización de Parcemasa, la empresa municipal que gestiona el servicio del cementerio, así como otros 33 millones por operaciones de venta de patrimonio de suelo.