Para entender la economía del transporte

Los autores de este libro anuncian en la introducción su objetivo de ofrecer un manual de economía del transporte, pensando tanto en los estudiantes universitarios como en los profesionales con conocimientos técnicos básicos. Tanto la estructura como los contenidos de la obra permiten afirmar que los autores han cumplido con éxito su propósito: este libro habrá de ser incorporado entre los manuales de uso cotidiano tanto en la docencia universitaria sobre economía del transporte como en el ejercicio profesional -público o privado- en este ámbito.

Tras presentar, en el capítulo 1, los principios básicos del análisis económico del transporte y caracterizar esta industria, se abre lo que podemos ver como un primer bloque del libro, compuesto por los capítulos 2 a 5, que trata sobre los elementos de carácter más clásico en el análisis teórico. Así, en los capítulos 2 y 3 se aborda de modo complementario el estudio de las funciones de producción y costes. Se incide en las características particulares de tales funciones y se explican los conceptos clave que las condicionan. Por otra parte, el capítulo 4 se centra en la demanda de transporte, analizando tanto los determinantes de su nivel agregado como de la distribución entre modos. Cada uno de estos tres capítulos incorpora un apartado en el que se detallan las técnicas más utilizadas en el análisis empírico. Por último, aún en este primer bloque, el capítulo 5 analiza los criterios de fijación de precios.

En los capítulos 6 a 9 pueden verse el segundo bloque del volumen. Sobre la base del edificio teórico revisado en los capítulos anteriores se analizan y discuten los principales elementos de la intervención pública sobre el transporte: la regulación económica; los aspectos de decisión pública sobre inversión en infraestructuras; las técnicas existentes para cuantificar y corregir las externalidades negativas que genera el transporte; y, por último, la organización del mercado en los diferentes modos de transporte, atendiendo al grado de implicación del sector público en la explotación de las infraestructuras y en la producción de los servicios, y al grado de competencia alcanzable.

En general, es destacable la profundidad con la que se analizan los mecanismos de fijación y regulación de precios. Entre los diferentes aspectos novedosos destacan el enfoque integrado de infraestructuras y servicios, así como la incorporación explícita del tiempo, en el desarrollo del marco formal de la tecnología y demanda. También es muy oportuna la atención que se presta a cuestiones de creciente relevancia, como son el diseño de los contratos de concesión o la competencia intermodal.

La gran calidad y utilidad de este libro es coherente con la calidad del grupo de investigación sobre economía del transporte de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, dirigido por Ginés de Rus y al que pertenecen también Javier Campos y Gustavo Nombela. Éste es, sin duda, el grupo de referencia en este ámbito en España. No es extraño, por tanto, que su libro aporte los fundamentos necesarios para tener un conocimiento sólido del sector. Todo ello, con un alto grado de claridad expositiva y un tratamiento formal riguroso en el desarrollo de los contenidos. Esta obra cubre un vacío en la literatura económica en castellano sobre transporte, y convenientemente traducida podría tener buena acogida en el contexto internacional.