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Reportaje:

El precio de la tierra en El Carpio

Colonos cordobeses critican la subida del arrendamiento en unas fincas de una sociedad vinculada a la Casa de Alba

La palabra colono significa trabajar la tierra que no es de uno. Bajo este paraguas viven, según los agricultores, 60 familias de El Carpio, pueblo de la Campiña cordobesa de unos 4.000 habitantes. Muchas de ellas se dedican a la tierra desde hace tres generaciones. El 75% del término municipal es propiedad de Euroexplotaciones Agrarias, SA, sociedad vinculada a la Casa de Alba. En el pueblo, todo el mundo habla de esta familia cuando se refiere a las 330 hectáreas sembradas de trigo, girasol y maíz. El pasado 30 de septiembre vencieron 29 contratos de arrendamiento y el precio de partida fijado para renovarlos sentó como un jarro de agua fría a los colonos.

El primer paso antes del vencimiento lo dio la Casa de Alba, que remitió a los colonos una comunicación notarial que les recordaba el vencimiento y les conminaba a "abandonar la tierra", que quedaba a disposición del propietario, recuerda Juan Antonio González Prieto, uno de los colonos. El administrador de las tierras, Rogelio Ruiz, afirma que es un formalismo legal. Pero a más de uno la carta le dio un buen susto e incluso levantó el recelo del alcalde, Alfonso Benavides (PSOE).

Y empezaron las negociaciones. El contrato anterior, que comenzó en 1982, ha quedado con el tiempo en un canon blando, por debajo de la media del precio de la zona. De ahí que la oferta inicial de los representantes de la familia aristocrática levantara cierto resquemor. La tierra en cuestión está sujeta a tres modalidades de cultivo: secano, riego moderno y riego tradicional por inundación.

Para riego moderno se pagaban 240 euros por hectárea al año y la primera oferta fue de 600 euros. Finalmente, Euroexplotaciones Agrarias ha reducido el coste hasta 450 euros, casi el doble de lo que se pagaba antes, aunque los gastos generales y el canon de agua corren a cuenta del propietario.

Igual ocurrió para el secano, que se pagaba a 72 euros la hectárea y la negociación comenzó por 240 para quedar fijada en 150 euros la hectárea. Los precios de partida llevaron incluso a una declaración unánime del pleno del Ayuntamiento que los consideraba excesivos. El administrador de las tierras defiende que antes estaban "casi regaladas" y que, al final, quedarán por debajo del mercado.

Los nueve arrendatarios de secano han firmado ya sus nuevos contratos y los nueve de riego moderno lo tenían previsto para este fin de semana. Rogelio Ruiz asegura que el 50% de los contratos ya está en marcha. Uno de los que firmó el viernes fue Francisco Alcudia, de 63 años. "Yo nací debajo de un chorro en la finca y he firmado porque era la última opción que tenía", afirma. Alcudia asegura, no obstante, que los ingresos no compensan los gastos.

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Otra cuestión que no ha gustado demasiado a los colonos es que los nuevos contratos se ciñan a las campañas agrícolas. "Yo dije que era una barbaridad renovar de año en año", dice el alcalde, Alfonso Benavides, quien cree que es "estar con la espada de Damocles cada año". El administrador, Rogelio Ruiz, no entiende tanta "crispación" y considera que hay una situación de transición, ya que la ley sobre arrendamientos rústicos "está derogada" y la nueva está ya en trámites parlamentarios. Insiste en que los precios anteriores eran muy bajos.

Una de las familias que queda por firmar el contrato es la de Blas Alcudia. "Mi familia vino hace muchos años desde Coín para labrar esta tierra y firmaremos aunque tengamos que poner dinero", asegura.

Ruiz cree que las quejas de los colonos son infundadas y que los agricultores han recibido muchas ayudas de la Administración. Los colonos consideran que la tierra no da para tanto y lamentan la falta de unidad entre ellos.

"Doña María del Rosario está dolida"

El casco urbano de El Carpio está rodeado de tierras de Euroexplotaciones Agrarias, sociedad participada principalmente por María del Rosario Fizt-James Stuart Martínez de Irujo y Carlos Fizt-James Stuart Martínez de Irujo. También es accionista la duquesa de Alba.

El alcalde, Alfonso Benavides, agradece que esta familia cediera bienes al municipio y también que casi el 100% de los trabajadores de dicha sociedad proceda de El Carpio. "Pastas Gallo sólo cuenta con el 60% de empleados del pueblo", comenta.

Pero también es consciente de que la expansión del casco urbano, "en el que no queda un metro, es complicada". "Siempre es más dificultoso tratar con un gran propietario que con uno pequeño", asegura.

No obstante, el alcalde de El Carpio trata de mediar en todos los conflictos. Sobre el último, por el incremento de los arrendamientos, afirma: "La subida de una vez es fuerte, pero también los colonos se han beneficiado del precio anterior".

Rogelio Ruiz, el administrador de las tierras, advierte de que "doña María del Rosario está dolida" por el revuelo. Ruiz afirma que, además, se están estudiando cultivos más sociales, como demanda Benavides, pero afirma que hay problemas de comercialización.

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