Lula viaja a África en busca de mercado e influencia para Brasil

El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, denunció ayer el "gran daño" causado por el proteccionismo económico occidental a los países en desarrollo, en un discurso ante el Parlamento de Angola en el segundo día de su gira por África. "Los sectores en los que las naciones en desarrollo son más competitivas se enfrentan al proteccionismo de los países industrializados o tienen que luchar contra la competencia desleal de las naciones ricas", afirmó.

"Los países en vías de desarrollo deben adoptar una nueva actitud, ser más exigentes", agregó Lula. Brasil, junto con Suráfrica e India, lideró la resistencia de los países en desarrollo durante las conversaciones de la Organización Mundial del Comercio (OMC) en septiembre pasado en Cancún (México), que terminaron en fracaso. Lula quiere acabar con lo que él llama el comercio injusto, como los subsidios agrícolas en Europa y EE UU. Esos subsidios, dijo, dañan a países en desarrollo como Brasil que buscan mejorar los niveles de vida de su población aumentando sus exportaciones agrícolas.

Pero Lula no llegó a África sólo en busca de apoyo político en negociaciones multilaterales. Angola es un país con extraordinarios recursos naturales pese a estar en bancarrota tras 27 años de guerra civil. Ahora, 18 meses después de la firma de la paz, los empresarios brasileños están observando con renovado interés el área.

El ministro de Asuntos Exteriores de Angola, João Miranda, dijo que el país es un "territorio virgen" que puede ser explorado por empresas brasileñas. Casi cien empresarios forman parte de la delegación oficial que visita Angola. Muchos de ellos regresarán desde allí a Brasil, pues no tienen el mismo interés por Mozambique, Namibia y Suráfrica, los otros países que visitará Lula durante su gira. Ninguno de esos países tiene el petróleo y los diamantes que posee Angola, ni la urgente necesidad de renovar todas sus infraestructuras.

"Existe casi una carrera empresarial en dirección a Angola, por las oportunidades que ofrece ese país", dijo poco antes de comenzar la gira el embajador Pedro Motta, director de la División de África del Ministerio de Exteriores de Brasil. El Banco do Brasil ya ha inaugurado una oficina en Angola. La delegación brasileña llegó al país africano una semana después de una visita similar encabezada por el primer ministro del Portugal, José Durão Barroso, quien pronosticó que Angola puede convertirse en una de las zonas de mayor crecimiento del mundo.

También es importante la experiencia de Brasil en la producción de retrovirales. Se calcula que el 15% de la población angoleña es seropositiva. "Nosotros necesitamos producir retrovirales. Brasil ya tiene experiencia y puede incluso invertir aquí en esta área", dijo Miranda. La gira de Lula comenzó con una visita de cinco horas al archipiélago de Santo Tomé y Príncipe, otra ex colonia portuguesa, el domingo pasado, donde firmó acuerdos de cooperación en materia de salud, agricultura y educación. Brasil también obtuvo permiso para colaborar en la exploración de las reservas de petróleo descubiertas recientemente en aguas del archipiélago.

Lazos históricos

Brasil tiene lazos históricos y culturales con África. De hecho, uno de cada tres esclavos que salieron de África se quedó en el país americano. Lula lo ha llamado "la deuda histórica que Brasil tiene con el continente africano".

En Mozambique, el presidente brasileño hará la entrega simbólica de medicamentos contra el sida para tratar a 100 pacientes por un año. En Namibia resaltará la fructífera cooperación marina, ya que Brasil fue responsable de la formación de la Marina de Namibia, tras su independencia de Suráfrica en 1990. Su última parada será en Suráfrica, los próximo viernes y sábado, donde mantendrá conversaciones para el fortalecimiento del hemisferio sur en las negociaciones multilaterales de comercio.