Rajoy pide el voto de quien se siente "tan catalán como español"

El PP no ha disimulado mucho hasta ahora su búsqueda para hacerse con una parte del electorado de CiU, que atraviesa un momento de debilidad después de 23 años de Gobierno. Pero ayer Mariano Rajoy, candidato a la Presidencia del Gobierno, lo dejó más claro que nunca. Dijo que el PP se va a dirigir a los votantes "moderados" de CiU, aquellos a los que el candidato de esa federación, Artur Mas, ha "olvidado", y que son precisamente quienes se sienten "tan catalanes como españoles" y, por tanto, no ven con buenos ojos discusiones como la de la reforma del Estatuto, esas cosas "que importan poco a la gente", según el líder del PP.

Rajoy acudió ayer a Girona, y la semana pasada a Barcelona, para apoyar al candidato del PP en estas elecciones, Josep Piqué, que no habló en el acto, igual que la semana pasada. Precisamente eligió esta zona de monopolio nacionalista, en víspera de la apertura de la campaña, para presentar un proyecto que pretende hacer del PP catalán en el futuro algo más de lo que le auguran las encuestas: cuarto partido sin posibilidades de gobernar. Su lugar, dice Rajoy, es el centro, absorbido por los nacionalistas desde que se desfondó la UCD.

Arañar voto nacionalista

Por si había dudas de que su mensaje va dirigido a arañarle votos a los nacionalistas, Rajoy aprovechó que el acto lo presentaba Josep López de Lerma -diputado de CiU en el Congreso desde 1977 y que acaba de anunciar que dejará la política en 2004-, responsable del foro La Tribuna de Girona, que organizó el acto, para lanzarle una oferta de fichaje. Le llamó "amigo" y prometió: "Intentaré que que vuelva a la política".

Rajoy lanzó a CiU elogios no exentos de veneno: "No entiendo que un partido que ha colaborado con los gobiernos españoles durante ocho años haciendo una labor colosal apueste ahora por la radicalidad". Su mensaje, según confesó, va dirigido no sólo a votantes de Pujol desencantados con "la radicalidad" de Mas, sino también a habitantes de barrios obreros que "no entienden que se hable de la Corona de Aragón", y por eso votan al PSOE en las generales pero no en las autonómicas.

Rajoy sostiene que los asuntos del Estatuto no interesan a la gente, pero la mitad de su discurso lo dedicó a defender con vehemencia la validez de la Constitución y el Estatuto tal y como están desde hace 25 años. Además, recuperó la idea, ya planteada por el presidente del Gobierno, José María Aznar, este lunes, según la cual Cataluña ha ido muy bien y no puede lanzarse a "aventuras" de reformas estatutarias que pueden acabar como "el mayor desafío de la España constitucional", esto es el plan Ibarretxe, "que hace suyos los objetivos de ETA". Esta comparación entre Cataluña y el País Vasco está presente en todos los discursos de los dirigentes del PP.