Un dirigente de AVA admite en el juicio del marjal de Pego que el cultivo del arroz modificó el humedal

El presidente de la sectorial del arroz de la Asociación Valenciana de Agricultores (AVA), Miguel Minguet, reconoció ayer, ante el tribunal que juzga las "agresiones" al marjal de Pego-Oliva cometidas desde 1996 y hasta 1998 que los cultivos de arroz no hubieran sido posibles sin la roturación de las tierras y sin nivelar las aguas del humedal. El fiscal imputa estos hechos al ex alcalde de Pego, Carlos Pascual, y a su teniente de alcalde y, a su vez, presidente de la comunidad de regantes, José Orihuel. A ambos el ministerio público les acusa de realizar actuaciones en el parque protegido para cultivar arroz, y les reclama por ello siete años de cárcel.

El dirigente agrario, quien junto con un ex agente de la Policía Local del municipio comparecieron a petición de la defensa ante la Sección 3ª de la Audiencia de Alicante que enjuicia el caso, incidió en que el cultivo del arroz en el humedal viene de mucho tiempo atrás al período objeto de juicio. Minguet subrayó que el arroz es "beneficioso" para conservar el paraje y agregó que los cultivos actuales ocupan "los mismo sitios" que durante 1996 y hasta 1998. Tras confesar que también cultivó arroz en aquella época, el agricultor admitió, sin embargo, que la roturación de las tierras, previa a la siembra, impide el crecimiento de la vegetación autóctona. Minguet recalcó que este cultivo es "incompatible" con la desecación, -una de las agresiones apreciadas por el fiscal en el marjal-, si bien, indicó, es necesario "mover el nivel del agua". "Se sube y se baja, pero no se seca", dijo el agricultor. En la vista oral, también testificó un ex agente de la Policía Local de Pego, quien reiteró que el Ayuntamiento colocó cadenas con candados en los caminos para impedir el paso "sobre todo" a Vicente Urios, director del parque. "Estas instrucciones las dio Pascual", enfatizó.

El ex primer edil también está incriminado de un delito de atentado contra funcionario, en tanto que el ex primer edil supuestamente vetó a Urios la entrada al paraje. Según este testimonio, cada vez que el director conservador del paraje entraba en el parque se producían incidentes.