Tóxicos en el polvo doméstico

La industria ha logrado poner en el mercado más de 100.000 sustancias químicas que contribuyen a mejorar la calidad de vida, aparentemente.

Cualquier producto de consumo doméstico está impregnado de sustancias tóxicas que con el uso acaban desprendiéndose. Cosméticos, insecticidas, juguetes, ropa, cortinas, moquetas, ordenadores, televisores, pinturas o muebles contienen aditivos que no aparecen en las etiquetas ni son visibles, pero resultan profundamente nocivos para el medio ambiente y la salud.

El estudio La casa intoxicada, impulsado por Greenpeace en hogares de Alemania, España, Francia, Italia y Eslovaquia, sobre el contenido del polvo doméstico arroja resultados reveladores: en cada gramo de polvo succionado por las aspiradoras se ha detectado un miligramo de sustancias químicas peligrosas.

Las 22 muestras recogidas en España corresponden a hogares de Madrid, Granada, Valencia, Asturias y León. En todas ellas se ha detectado presencia de piroretardantes bromados, compuestos organoestáticos antiácaros, ftalatos de los utilizados como flexibilizantes de PVC, alquifenoles procedentes de detergentes y parafinas aplicadas en la fabricación de gomas.

Aunque el estudio no aporta datos sobre la exposición humana frente a estas sustancias, Greenpeace advierte de que los resultados muestran una exposición continua a estos tóxicos a través de la inhalación, la ingestión o el contacto dérmico, particularmente preocupante durante la infancia. Los efectos resultantes de esta exposición crónica no son conocidos, pero su presencia permanente en el polvo doméstico podría evitarse, según Greenpeace, mediante el uso de alternativas seguras.

Para Sara del Río, responsable de la campaña de tóxicos de esta organización, "los datos ofrecen una visión bastante clara de la naturaleza invasiva de sustancias químicas peligrosas y el ambiente químico de nuestro hogares".

Greenpeace ha pedido a la Comisión Europea que no ceda a las presiones de la industria química y fomente el principio de sustitución de sustancias peligrosas.