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LAS CUENTAS DEL NUEVO ALCALDE

Gallardón prevé gastar el año próximo un 26% más que Álvarez del Manzano

El alcalde planea aumentar el impuesto de los vehículos y gravar los pisos vacíos

El alcalde, Alberto Ruiz-Gallardón, y su concejal de Hacienda, Juan Bravo, presentaron ayer el proyecto de presupuestos municipales para 2004, que aún debe ser aprobado por el pleno. Según ese proyecto, el Ayuntamiento gastará el año que viene 4.382 millones de euros, un 26% más que en 2003, y el dinero destinado a inversiones crecerá un 60%. También lo hará la deuda, cuyo porcentaje en el total de ingresos se triplica: del 7,4% al 21,5% (764 millones de deuda en un año). La oposición acusó al PP de no aclarar "cómo va a pagar todo lo que quiere hacer", y sugirió que tendrá que aumentar los impuestos.

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Juan Bravo aseguró que la recaudación por impuestos va a subir -entre otras cosas, por el crecimiento de población-, pero que, en general, los tipos impositivos se mantienen. La realidad es que aumenta el impuesto sobre vehículos de motor -que, además, se hace progresivo- y crece, en algunos casos, el que grava la posesión de bienes inmuebles: el IBI.

El edil de Hacienda hizo hincapié en que más de la mitad del presupuesto va a parar al capítulo denominado Una ciudad para la convivencia, que engloba seguridad ciudadana, vivienda, tráfico, servicios sociales y medio ambiente. Empleo, economía e infraestructuras -que no incluye la reforma de la M-30, cuya financiación no figura en los presupuestos porque Ruiz-Gallardón aún no ha decidido cuál será- se come otro 14% del dinero; porcentaje igual se destina a urbanismo, cultura y deporte, y el 15% final es para financiar gastos de hacienda, "modelos de participación ciudadana" y los intereses y plazos de la deuda.

La inversión crece sobre todo por el gasto en "instalaciones olímpicas, mantenimiento de parques y aceras, urbanización de nuevos barrios", y obras previstas como el desmontaje del scalextric de Cuatro Caminos, el soterramiento del aparcamiento de la plaza de Santo Domingo y la reforma del viejo matadero de Legazpi para convertirlo en un centro cultural.

El equipo de Ruiz-Gallardón siempre ha mantenido que el gobierno municipal anterior -con el alcalde José María Álvarez del Manzano a la cabeza- ha conseguido unas cuentas saneadas porque, primero, gastaba poquísimo en inversiones, y segundo, había optado por no endeudarse. Y el nuevo Ejecutivo quiere hacer justo lo contrario: la inversión en 2004 crecerá un 60% y la parte del gasto que se financiará pidiéndole préstamos a los bancos llega al 21,5%, el triple que ahora.

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Déficit acumulado

Ésa es una de las críticas que ayer plantearon las portavoces del PSOE, Trinidad Jiménez, e IU, Inés Sabanés, tras enterarse del proyecto de presupuestos por los medios de comunicación. Jiménez subrayó que, entre lo que el Ayuntamiento va a endeudarse en 2004 y lo que aún le queda por pagar de este año, la cantidad superará los 1.100 millones de euros, y Sabanés insistió en que el recurso a la deuda, tan del gusto de Ruiz-Gallardón, compromete al municipio, que ya cuenta con un déficit acumulado de 1.400 millones de euros.

El concejal de Hacienda admite que el incremento de la deuda es "importante", aunque no lo considera "preocupante": "La deuda por habitante, que va a ser de 402 euros al año, aún está por debajo de la media española y, por ejemplo, es inferior a la de ciudades como Barcelona, Sevilla y Valencia", explicó Bravo.

Lo que no dijo el concejal es que, con toda seguridad, esa deuda se disparará cuando Ruiz-Gallardón decida por fin cómo financiar la macro-obra de la M-30. La fórmula estudiada como más probable es la creación de una empresa pública que se encargue de la reforma y se endeude para pagarla (como se hizo, por ejemplo, en la Comunidad para construir el Metrosur). Los responsables municipales argumentan que esa deuda no computaría oficialmente como déficit del Ayuntamiento -según establecen los organismos europeos-, aunque seguiría siendo dinero comprometido de todos los madrileños.

La socialista Trinidad Jiménez reprochó también al alcalde el porcentaje "ínfimo" destinado en sus primeros presupuestos a servicios esenciales para los ciudadanos, como Salud (0,8%), Educación (2%) y Servicios Sociales (1,43 %), muy por debajo de lo que dedica, por ejemplo, a mantenimiento de zonas verdes (14%). Juan Bravo respondió a eso que "la mayoría de las competencias en esas materias las tiene la Comunidad, no el Ayuntamiento", y subrayó que "el presupuesto de servicios sociales aumenta un 40%, y el de atención a los mayores se duplica".

Sabanés volvió a acusar de "filibustero" a Ruiz-Gallardón por dar su proyecto de presupuestos a la oposición sólo después de presentarlo en rueda de prensa a radios, periódicos y televisiones.

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