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ELECCIONES EN CATALUÑA | Los candidatos en el Aula EL PAÍS

Carod preconiza que la prioridad del catalanismo sea el bienestar social

El candidato de ERC afirma que su partido pondrá fin a la Cataluña dual de CiU y PSC

Enric Company

Nada es lo que era, y la nación catalana tampoco, sostuvo ayer Carod. Los cambios sociales han hecho que hoy, dijo, "estemos ante una nueva nación catalana, cuyos referentes no pueden ser los mismos de hace cuarenta años".

El dirigente republicano no se anduvo corto a la hora de desmitificar las viejas ideas. Por ejemplo, dijo, ya no es del todo cierto el eslogan independentista que pregona que "los catalanes no somos españoles". La evolución de la sociedad catalana ha hecho, explicó, que haya muchas personas "que se sienten catalanas pero también españolas, y que para ellas lo español no sea visto como negativo". Porque, como es su caso, por ejemplo, muchos catalanes de hoy son hijos de personas nacidas en Aragón, Andalucía, etcétera.

Lo que según Carod se impone ahora al catalanismo es sustituir un ideario nacional basado en la lengua y la cultura, por otro basado en la satisfacción de las necesidades materiales. "Lo que todos tenemos en común, ahora, es el bolsillo".

En el momento de concretar qué nuevos referentes nacionales propone su partido, Carod citó el valor ético del trabajo, un cierto respeto de la privacidad, el respeto a la diversidad lingüística interna de Cataluña y la actualización de los valores republicanos clásicos (la trilogía libertad, igualdad y fraternidad; el laicismo). En el ámbito cultural citó el retorno a una concepción nacional-popular.

Tener una lengua y una cultura propias no es suficiente para soldar una comunidad nacional si al mismo tiempo no se garantiza el progreso socioeconómico de sus ciudadanos. Y eso no está sucediendo ahora mismo en Cataluña, aseguró, porque en la actualidad el Gobierno catalán es el que menos invierte en sanidad, invierte en enseñanza menos que el promedio de todas las comunidades autónomas y ha logrado que Cataluña ya no sea el motor económico de España.

Quienes sufren más las carencias de esta situación son quienes más necesitan una decidida intervención del poder público en estos ámbitos. El final de ciclo político que vive Cataluña representará, a juicio de Carod, la superación de la dualidad CiU-PSC que ha imperado durante los últimos 25 años.

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Este sistema ha consistido, recordó, en que CiU ha controlado la Generalitat desde 1980 y el PSC los principales ayuntamientos durante el mismo periodo. Así ha sido como se ha levantado "un muro muy peligroso" que separaba, "por un lado, lo que es catalán y nacionalista, y por el otro, lo que es progresista y de izquierdas".

La apuesta de ERC defendida por Carod es una Cataluña "nacionalmente progresista", distinta del modelo de CiU, del que señaló que a veces tiene incluso tintes etnicistas, y del modelo del PSC. "No compartimos el modelo de catalanidad folclórica, provinciana, rural, cobarde y encerrada en sí misma que caracteriza a CiU y que impide la integración de la gente venida de fuera", afirmó. Pero junto a este rechazo, Carod incluyó también el de la Cataluña "sin una visión nacionalmente catalana" propia de los socialistas. Para el PSC, sólo cuenta, dijo, "la Barcelona cosmopolita y urbana".

Carod también criticó la política lingüística de los gobiernos de CiU porque su resultado ha sido, según él, "hacer que la lengua catalana sólo sirva para ingresar como funcionario de la Generalitat". Han logrado que apareciera como una lengua "artificial, obligada, oficial, antipática". Le han hecho lo peor que podía pasarle, agregó, "que es politizarla".

Josep Lluís Carod, ayer en el Aula EL PAÍS.
Josep Lluís Carod, ayer en el Aula EL PAÍS.JOAN SÁNCHEZ

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