Invertir en verde
La Fundación Basoa echa a andar con el objetivo de recuperar y proteger bosques en estado de abandono del País Vasco
Los silvicultores vascos vienen observando con preocupación la tendencia al abandono de terrenos forestales en Euskadi. No se aventuran a concretar la superficie de bosque descuidado -es difícil hacer un cálculo, argumentan-, pero sí están decididos a trabajar en la recuperación y protección de los bosques. Las asociaciones de forestalistas de Álava, Guipúzcoa y Vizcaya, criticados por los ecologistas por plantar extensivamente especies de crecimiento rápido, como el pino insignis, han puesto en marcha la Fundación Basoa, una institución sin ánimo de lucro presentada recientemente en sociedad y que impulsará iniciativas dirigidas a regenerar y mejorar los montes.
Como ejemplo del objetivo de Basoa está el proyecto con el que se ha estrenado: en colaboración con la Federación Vasca de Montaña, ha empezado a plantar 12.500 retoños de robles, hayas, fresnos y abedules en un espacio natural de 12 hectáreas situado en la zona alta de Besaide, el emblemático monte donde confluyen los tres territorios de la Comunidad autónoma. La Federación ha ido comprando estos terrenos, donde colocó un monumento a los montañeros fallecidos, pero no sustituyó los árboles que habían talado los propietarios anteriores. Las laderas de Besaide, enclave desde el que se divisan cumbres tan conocidas como el Anboto y Udalaitz, han estado mucho tiempo abandonadas. En unos años, gracias al acuerdo establecido entre la Fundación Basoa y los montañeros, lucirán de nuevo diferentes especies de árboles autóctonos.
La nueva entidad se estrena con la plantación de 12.500 retoños en el monte Besaide
Para seguir el camino abierto con el proyecto de Besaide, la nueva entidad elaborará un inventario de montes abandonados y susceptibles de ser mejorados; áreas que se podrían limpiar y repoblar o donde podrían abrirse senderos para el disfrute de los excursionistas, entre otras actuaciones. Con este fin, la fundación se pondrá en contacto con instituciones públicas, empresas y particulares propietarios de montes.
La Fundación Basoa, dirigida por Jorge Askasibar, antiguo director de Montes de la Diputación guipuzcoana, necesita dinero para financiar su actividad. ¿Cómo piensa conseguirlo? Pedirá ayudas a las administraciones públicas. Contactará con empresas y organismos privados para tratar de lograr su patrocinio, que podrá ser genérico o dirigido a un proyecto concreto. Y, por último, invita a los ciudadanos particulares a convertirse también en basozales. Basoa no olvida recordar las exenciones fiscales de las que se pueden beneficiar los colaboradores privados de la fundación.
La nueva entidad, que en definitiva quiere implicar a toda la sociedad en la protección de los montes, justifica su creación en la necesidad de hacer que perdure la importancia social, económica y ecológica que los bosques tienen en el País Vasco.
La fundación acompaña su empeño con cifras: Euskadi cuenta con 390.000 hectáreas de masa forestal, lo que supone un ratio de superficie forestal del 54%, el más alto de España y uno de los primeros de Europa. En Guipúzcoa y Vizcaya, el 80% de este suelo es privado y el 20% es público. En Álava los porcentajes se invierten. Con 181 millones de árboles, los bosques vascos generan 1,5 millones de toneladas de oxígeno.
Desde el punto de vista económico, las tareas de plantar, desbrozar, podar y otros trabajos selvícolas suponen una inversión anual de 18 millones de euros. El sector forestal aportó en 2001 el 19% de la producción agraria vasca.
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