"La escuela concertada debe asumir los mismos problemas que la pública"

El candidato del PSC a la presidencia de la Generalitat, Pasqual Maragall, defendió ayer en el Aula EL PAÍS una escuela pública de calidad, y denunció que hasta ahora todos "los problemas" han ido a parar a las escuelas públicas, mientras que "las soluciones", a las privadas concertadas. Mara-gall se refería sobre todo a que actualmente es la escuela pública la que soporta la mayor parte de la escolarización de los hijos de inmigrantes. "La escuela concertada debe asumir los mismos problemas que la pública", dijo el candidato socialista. Maragall explicó que no considera que la escuela privada concertada sea "un enemigo", pero que cree que se le "debe exigir que asuma los problemas sociales y de inmigración, entre otros, que pueda haber en los barrios de Cataluña". Pasqual Maragall respondía así a una de las preguntas que los lectores habían hecho llegar al diario por correo electrónico y que fueron formuladas por el subdirector de EL PAÍS Tomàs Delclós.

"La ley electoral debe ser proporcional y representativa del territorio"

- La alcaldía de Barcelona. Uno de los lectores quiso saber por qué Maragall dejó la alcaldía de Barcelona en 1997, a mitad de mandato. "Porque ya había hecho lo que tenía que hacer", respondió. Maragall dijo que en el momento de retirarse "había acabado tres cosas importantes": se habían pagado las principales deudas de los Juegos Olímpicos, terminaba su mandato como presidente del Comité de las Regiones de la Unión Europea y había lanzado un proyecto de futuro para la ciudad. El candidato del PSC también quiso dejar claro que no fue él quien nombró a su sucesor, el actual alcalde Joan Clos, sino que, como establece la ley, lo hizo el consejo municipal.

- Ley electoral. Maragall también pudo dar su opinión acerca de la necesidad de cambiar la ley electoral a raíz de otra pregunta de los lectores. El candidato socialista dijo que su formación se contentaría con que la ley "fuera lo que dice el Estatut que debe ser: una ley proporcional y representativa de los territorios como la de Alemania". El presidente del PSC se mostró favorable a la idea de que las listas electorales sean abiertas, pero terminó reconociendo que hasta el momento no se ha encontrado la manera "de inventar un sistema que no complique más las cosas".

- Financiación de los partidos. "¿No cree que los partidos son sospechosamente opacos en su financiación?", fue otra de la docena de preguntas seleccionadas. Maragall abogó por garantizar una financiación pública suficiente y por la importancia de la transparencia de las aportaciones privadas. "Que los empresarios den dinero a los partidos está muy bien, pero que reciban favores a cambio de este dinero está fatal", añadió. Maragall también dijo que deberían contenerse los gastos de las campañas electorales y denunció "la exhibición de medios a la que nos está sometiendo, no CiU, sino la Generalitat, en beneficio de un candidato".

- Infraestructuras.En este terreno los lectores le preguntaron quién es el culpable del retraso del AVE, de las obras en la N-II entre Jorba y La Panadella y por qué en Cataluña hay más autopistas de peaje que en el resto de España. "Si el culpable es el responsable, tendríamos que hablar del Ministerio de Fomento en la mayoría de estas cuestiones", dijo Maragall. Pero el candidato socialista no se quedó aquí a la hora de señalar culpables y también citó al Gobierno catalán, "porque nos dijo que le votásemos porque tendría más dinero y poder, pero a la hora de la verdad no ha sabido hacer lo que prometió cuando se presentó a las elecciones". En cuanto a la noticia de que el AVE podría llegar a Valencia en 2007 [probablemente la misma fecha para su llegada a Barcelona], Maragall se mostró "indignado" y sostuvo que este hecho "ofende al más elemental de los sentidos comunes".

- Sueldo y toros. Otro lector quiso preguntarle cuánto cobra a final de mes. Maragall explicó que "gana lo que gana un diputado y que percibe un plus por ser presidente de grupo". Por todo ello percibe alrededor de 4.000 euros mensuales. "¿Piensa prohibir los toros?", indagó otro lector. "No", respondió Maragall.