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Rambla anuncia un consorcio para unificar la atención de salud mental

Sanidad pretende acabar con la falta de coordinación existente en la atención a los enfermos de salud mental. Para ello, ayer anunció la creación, a finales de este año o principios de 2004, de un consorcio autonómico, integrado por las tres diputaciones y la Consejería de Sanidad, mediante el cual la Generalitat asumirá la labor asistencial en materia de salud mental, "para que el enfermo reciba y perciba de forma uniforme y coordinada toda la asistencia en salud mental", según el responsable del departamento, Vicente Rambla.

Tras una reunión con los presidentes de las tres diputaciones, Rambla comentó que en el plazo de un mes y después de tener los informes sobre recursos humanos y materiales que se dedican a la salud mental desde las administraciones provinciales y autonómica, se celebrará una reunión destinada a diseñar "el calendario que permita la mayor asunción de competencias por parte de la Generalitat y la disminución de las mismas por parte de las diputaciones". El consorcio permitirá que el ciudadano "perciba una atención coordinada entre las distintas administraciones".

El consorcio establecerá cuatro niveles de atención. Un primero ambulatorio, con unidades de salud mental en algunos centros de salud; un segundo nivel hospitalario, que supondrá la atención y hospitalización de agudos durante un plazo máximo de 15 a 20 días y un tercero, también hospitalario (en Alicante, Valencia y Castellón) en el que se podrá estar ingresado por un plazo entre 15 y 90 días. El nivel superior corresponderá a los enfermos crónicos que residen en centros.

Malgastar dinero

La diputada socialista María José Mendoza denunció ayer que el PP "se preocupa tanto de malgastar el dinero de todos en grandes proyectos y en campañas virtuales que se ha condenado al abandono a los enfermos mentales y a sus familias". El Grupo Socialista en las Cortes tiene previsto presentar una proposición no de ley para que se cree una red de recursos sociales y sanitarios que atienda la necesidad de atención, apoyo social, atención en las urgencias y situaciones de crisis.

Mendoza pidió a Rambla que explique "dónde han ido a parar los recursos que existían para atender a los colectivos más frágiles de nuestra sociedad, pues el Plan de Salud Mental 2001-2004 se ha caracterizado desde el principio por tener una planificación fantasma y una ejecución virtual". La diputada socialista aseguró que de los 409 nuevos trabajadores previstos en el plan "sólo se han incorporado 22; de las 2.000 plazas recogidas en los recursos de rehabilitación y reinserción social sólo se han puesto en marcha 120" y que "desde 1995 sólo se han creado dos nuevas unidades de salud mental". "Las listas de espera para ingresar en un centro de enfermos mentales crónicos llegan a un año e incluso para una sola visita de salud mental en Alicante, por ejemplo, llega a seis meses", apuntó.

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