Alemania recortará las pensiones para tapar un 'agujero' de 10.000 millones
Schröder propone congelar las prestaciones y desiste de retrasar la edad legal de jubilación
El canciller alemán, el socialdemócrata Gerhard Schröder (SPD), anunció ayer una serie de recortes a las prestaciones de los pensionistas, aunque desiste de retrasar la edad legal de jubilación. Con ellos trata de tapar un agujero de 10.000 millones de euros. Entre las principales medidas destaca la congelación de las pensiones para 2004 y la rebaja de la cantidad destinada a la hucha para el pago de las prestaciones. Los jubilados, que cobrarán el último día del mes en lugar del primero, abonarán ellos solos un seguro de dependencia del que hasta ahora pagaban la mitad.
El anuncio del canciller alemán se realizó tras una jornada de clausura dominical de cinco horas en la sede de la Cancillería Federal en Berlín.
La jornada del viernes supuso la aprobación definitiva en la Cámara alta (Bundesrat) de los recortes en las prestaciones del seguro de enfermedad. Al mismo tiempo, el Parlamento Federal (Bundestag) aprobó el primer paso legislativo de la reforma laboral: una auténtica purga para los parados, en especial los de larga duración. Ayer, el Gobierno continuó la maratón de recortes. Ahora, el tajo a las prestaciones les ha tocado a los jubilados.
Con gesto grave y palabra suave, Schröder afirmó que la decisión de recortar las rentas "a nadie le duele más que a mí mismo". Expuso el canciller los motivos de las medidas. Desde 1970 se ha duplicado el periodo de percepción de las jubilaciones y hasta el año 2030 se incrementará en tres años más por el aumento de las expectativas de vida. Al mismo tiempo, para esa fecha sólo habrá dos trabajadores activos por cada jubilado.
La aparición de un agujero en las cajas del seguro de vejez de 8.000 millones de euros, más otros 2.000 millones que debería aportar el Ministerio de Salud, y que no se sabe de dónde van a salir, obliga al Gobierno a adoptar medidas que afectan a los jubilados y liberan a los cotizantes, ya bastante esquilmados con los recortes en la sanidad y el desempleo.
El Gobierno ha optado por no cargar más a los trabajadores en activo y a las empresas para evitar crear más obstáculos a la creación de empleo e incrementar los costes no salariales, que son muy elevados en Alemania. Por eso, el Ejecutivo ha decidido mantener para el año 2004 en un 19,5% la cotización al seguro de vejez que pagan a medias los empresarios y los trabajadores. Mantener la cotización obliga a buscar otras fuentes de financiación. El Gobierno ha acordado que sean los jubilados los que paguen las consecuencias.
Las medidas acordadas son:
- Congelación. Las pensiones no subirán el año que viene, mientras que en 2005 lo harán según la sostenibilidad del sistema.
- Menos reserva. Se reduce al 20% de los pagos de un mes, en vez de un 50%, la reserva para cubrir el pago de las pensiones.
- Seguro completo. Los jubilados tendrán que pagar ellos solos a partir del 1 de abril próximo la cuota del 1,7% del seguro de dependencia, de asistencia en caso de impedimento por ancianidad, que hasta ahora pagaban sólo en un 50%.
- Cobro a fin de mes. Se pagarán las pensiones a fin de mes y no a primeros, como ocurría hasta ahora.
- Impuestos a la pensión. Se mantienen libres de la voracidad del fisco las cantidades destinadas a la jubilación, pero se introducirá de forma progresiva el pago de impuestos por los ingresos en ese concepto. Se estima que las medidas suponen un descenso de un 1% en las rentas el año que viene.
Sobre la elevación de la edad de retiro a los 67 años de forma progresiva hasta el año 2030, declaró Schröder que, por ahora, no se prevé, pero no descarta que hacia el año 2010 la medida tenga que entrar en vigor. De momento, el Gobierno se conformaría con elevar la edad media real de jubilación en Alemania, ahora situada en 60 años, hacia el límite legal de los 65.
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