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La precariedad laboral afecta a las mujeres más que a los hombres

Una socióloga de Alicante compara la formación de ambos sexos

A igual formación entre hombres y mujeres el desempleo, la precariedad laboral y la rotación afectan más a ellas que a ellos. Así al menos lo indican los estudios de la socióloga Begoña San Miguel, que cita datos de la Encuesta de Población Activa que reflejan cómo con el mismo nivel de estudios universitarios el desempleo afecta a un 6,5% de los hombres mientras que alcanza un 14,6% de las mujeres, casi el doble.

La socióloga de la Universidad de Alicante participó hace unas semanas en un curso sobre El principio de igualdad entre géneros y la (des)igualdad laboral en el que ofreció toda una serie de encuestas que confirman que aunque las mujeres han avanzado mucho en formación académica, todavía tienen dificultades para acceder en condiciones aptas al mercado laboral.

Según datos oficiales del año 2000, los hombres tienen un mayor acceso a un contrato indefinido, mientras que en el caso de las mujeres sólo un 65% gozaban de esta situación laboral. Por contra, la temporalidad de los contratos afecta a un 34% de las mujeres y sólo un 31% de los hombres. Y otro ejemplo más, el tiempo de permanencia en el desempleo tampoco entiende de igualdad de género: un 30% de las mujeres está más de dos años desempleadas, aunque en el caso de los hombres esta situación afecta a un 21%.

La estrategia de las mujeres por conseguir la igualdad con los hombres ha provocado, según San Miguel, algunas ventajas evidentes, como es un mayor nivel de estudios. Los datos de cualquier Universidad confirman que hay más alumnas que alumnos, con mejor expediente académico y que las alumnas que empiezan a matricularse en carreras técnicas, hasta ahora reservadas sólo para los hombres. En la Universidad de Alicante, por ejemplo, el 56% de las matrículas las han realizado mujeres. Esta situación amplía sus posibilidades laborales y las coloca en un punto de partida de privilegio, pero luego está la tozuda realidad laboral. El problema es que en ocasiones para acceder al mercado laboral, reconoce San Miguel, se hace "a cualquier precio y en cualquier condición". La consecuencia de esta radiografía del mercado laboral, según la investigadora, es que las posibilidades de acceso de la mujer a un empleo pasan por "la precariedad laboral en todas sus dimensiones: discontinuidad en el trabajo, incapacidad de control sobre el trabajo, una deficiente o nula capacidad negociadora ante el mercado laboral, una desprotección del trabajador con pésimas condiciones y una baja remuneración económica", concluye esta socióloga, que apunta otro dato más: según estudios europeos, las españolas dedican más tiempo al hogar y a la familia que el resto de mujeres europeas.

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