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La persistencia de la agricultura en L'Alcoià ha frenado la erosión

Un estudio destaca la importancia de la actividad a tiempo parcial en la zona industrial

Enrique Moltó (Alcoi 1971), profesor del Departamento de Análisis Geográfico Regional de la Universidad de Alicante, analiza en el libro La Agricultura a titulo parcial en la Montaña de Alicante, cómo ha persistido esta práctica en localidades que básicamente dependen de la industria y su positiva influencia en el medioambiente, al frenar la erosión y, paralelamente, ayudar a conservar los valores paisajísticos de esta comarca del interior de Alicante.

Enrique Moltó, que ha dedicado el libro a su "heterogénea familia agricultora a tiempo parcial", se contenta con que los cultivos que se mantienen en estas comarcas hayan posibilitado el mantenimiento de un paisaje único. "Los bancales cultivados tienen una función positiva enorme de la que los agricultores deberían tomar conciencia. Ayudan a frenar los procesos erosivos, hacen de barrera a la eventual expansión de los incendios forestales. Desde el punto de vista del paisaje es un patrimonio no tan valorado como los parques naturales de la Sierra Mariola o Font Roja, que los rodean, pero que tiene su encanto", sostiene.

A la hora de señalar más beneficios detalla que se trata de una practica de impacto en estas comarcas "mucho más suave" que en otras zonas de España, que se dedican de manera más industrializada a cultivar. "No es la agricultura ideal, ni da para vivir pero ha frenado el proceso de abandono de la tierra", explica el profesor.

Aunque hay de todo en este área geográfica del interior de Alicante, -árboles frutales, almendros- el cultivo rey es el olivo, cultivados, los fines de semana, por agricultores que de lunes a viernes dedican a la industria o trabajan en las ciudades capitales vecinas. También destacan los jubilados que cobran una pensión ya que el campo no les da para vivir. Ahí encontró Enrique Moltó el fundamento del título de su libro. "Es la agricultura que predomina en el corredor industrial Alcoi-Cocentaina-Muro, con agricultores que se dedican a tiempo o a titulo parcial a la tierra pero no viven de ella. A algunos incluso les cuesta de su bolsillo", explica Moltó.

Este sistema de cultivos ha aportado ventajas e inconvenientes. Los últimos los han sufrido los que se dedican a mantener los campos y bancales. "Al no ser una actividad profesional reconocida no tiene su peso ante las Administraciones a la hora de conseguir ayudas, ni tiene repercusión informativa". Como ejemplo cita la poca importancia que se le ha dado al mal generado en las tormentas del último verano que han acabado con el 90% de la cosecha de aceitunas.

El libro incluye un análisis de los censos agrarios que se han realizado desde 1972 a 1989 y remarca el papel desarrollado por la cooperativa agrícola La Católica, de Cocentaina, en donde se evidencia que el del olivo ha tenido y sigue teniendo en la comarca y la función cultural especifica. Esta cooperativa aglutina a 1.200 socios que han llegado a sumar uno y tres millones de kilos de aceitunas según campañas. Sólo un 2% se dedica como única actividad exclusiva y a pleno rendimiento. Los más afortunados facturan algo más de 30.000 euros y los que menos sacan 60 euros por campaña.

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