"Las aerolíneas de bajo coste cambiarán el sector"
Llegar a la entrevista con Wolfgang Kurth en taxi puede costar más caro que coger uno de sus aviones. Este alemán, de espíritu mediterráneo, ofrece vuelos a partir de 19,99 euros por trayecto. Kurth es el presidente de Hapag-Lloyd Express, una aerolínea de bajo coste filial al 100% del grupo turístico alemán TUI. La aerolínea vuela a un total de 20 destinos en siete países europeos, entre ellos España, con una flota de 10 aviones, pintados de amarillo y negro, como muchos taxis. Para encontrar las mejores ofertas, sin embargo, hay que reservar con antelación y estar atento a las promociones. Desde Madrid, Bilbao, Sevilla, Valencia y Reus (Tarragona) vuela a Colonia y Hannover. En seis meses la aerolínea ha vendido 1.700.000 billetes, de los cuales 200.000 tenían un precio de 19,99 euros.
Pregunta. ¿Cómo puede valer un billete 20 euros?
Respuesta. Los costes son la mitad que en una aerolínea tradicional, aunque es verdad que el coste de mantenimiento es idéntico y también el precio del avión. Pero lo que hacemos es usar el avión más intensamente, nuestras estancias en tierra son de 25 minutos y no de 50, volamos 4.000 horas al año y no 3.000, como las compañías tradicionales. Los empleados en nuestra compañía trabajan un 20% más, pero siempre dentro de los límites legales. Recortamos en costes de distribución. No pagamos comisiones a las agencias de viaje, el 80% de nuestros billetes se venden por Internet. No contamos con oficinas en el centro de las ciudades, no damos comida gratis, volamos sin escalas ni esperando conexiones, no traspasamos equipaje de tránsito, no damos billetes en papel. Necesitamos menos servicios de los aeropuertos.
P. ¿Los precios reducidos no van en detrimento de la seguridad?
R. Si algo relacionado con la seguridad pasara en una aerolínea de bajo coste, la industria estaría muerta. Todo el mundo lo sabe. Yo estoy convencido de que estas compañías prestan mucha atención a la seguridad. Además, subcontratan el mantenimiento en centros de prestigio internacional. El único riesgo que veo, y eso puede pasar en cualquier compañía, es el crecimiento incontrolado.
P. ¿Están forzando el cambio de modelo de negocio de las aerolíneas tradicionales?
R. Nuestro modelo es menos complejo y más transparente. Estoy totalmente convencido de que las compañías tradicionales cambiarán. Reaccionarán y aprenderán de las compañías de bajo coste ofreciendo un producto menos complejo. También se transformarán los aeropuertos, que ofrecerán nuevos servicios. Los sindicatos de pilotos están cambiando de actitud, ya no pueden ignorarnos. Las aerolíneas de bajo coste cambiarán el sector.
P. ¿No teme una reacción de las grandes que trunque el espectacular crecimiento de aerolíneas como la suya?
R. Ya están reaccionando con la reducción de sus tarifas. Lufthansa vende billetes Colonia-Hamburgo a 46 euros. Quieren defender el mercado. Hace unos años, en Gran Bretaña, ignoraron lo que estaba pasando con Ryanair y fue un error. El resto está aprendiendo. Iberia también ofrece tarifas reducidas y presionan con los precios.
P. Medio año después de su implantación en España, ¿cómo está funcionando Hapag-Lloyd Express?
R. Hemos crecido más rápido de lo que esperamos. En España empleamos el 20% de la capacidad de la aerolínea. Lo que es interesante es el éxito que hemos tenido en ciertos destinos como Bilbao o Reus. Un 20% de los pasajeros que vuelan de Hannover a Reus viajan más de cien kilómetros para llegar al aeropuerto alemán y coger nuestro vuelo. Unas 20.000 personas han viajado hasta Reus con Hapag-Lloyd Express, han estado una media de 10 días y han gastado unos cien euros por día. Eso significa unos 20 millones de euros de contribución a la zona. Tenemos un modelo de negocio muy conservador, queremos obtener beneficios en el último trimestre de 2004.
P. ¿Cuál es el perfil de sus clientes?
R. Tenemos un 60% de clientes masculinos, con un nivel alto de ingresos y de educación. Un 60% de los pasajeros de las líneas de bajo coste no hubiera volado si no fuese por el precio.
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