Teherán aplaude el premio y después retira la felicitación
Poco después de que le fuese condecido el Premio Nobel de la Paz a la abogada Shirín Ebadí, un portavoz gubernamental se felicitó porque "una mujer iraní haya sido distinguida por la comunidad internacional por sus actividades en defensa de la paz". Pero una hora después el mismo portavoz se vio obligado a retirar esa reacción oficial por presiones de las altas instituciones del régimen, otra muestra más de la división entre el Gobierno reformista del presidente, Mohamed Jatamí, y el régimen que dirige el Líder Supremo, Alí Jamenei. Finalmente anoche, un breve comunicado oficial felicitaba a Ebadí.
El gran ayatolá disidente Alí Montazeri dijo sentirse "contento porque una personalidad iraní haya logrado el mérito de ser recompensada por el Comité del Nobel". Por el contrario, el ultraconservador Asadolá Badamchian, declaró que "si el premio ha sido concedido por los servicios de los reformistas a la política occidental, constituye una infamia" para Ebadí.
El secretario general de la ONU, Kofi Annan, y el Papa, entre otros muchos, se han felicitado, mientras que el ex presidente polaco Lech Walesa dijo que el premio debería haber sido para Juan Pablo II.
