_
_
_
_
_

Un estudio destaca que hasta un 25% de los niños de algunas comarcas de Jaén padece bocio

Ginés Donaire

Hasta un 25% de los niños de algunas comarcas jiennenses padecen de bocio (aumento de tamaño de la glándula tiroides que produce un abultamiento de la parte anterior del cuello) debido a que no consumen la cantidad adecuada de yodo. Este dato es la principal conclusión del estudio elaborado por Piedad Santiago, endocrinóloga del Complejo Hospitalario de Jaén, en colaboración con el Departamento de Psicología Experimental de la Universidad jiennense.

La investigación, realizada a lo largo de los dos últimos años, se ha llevado a cabo entre 1.209 niños, de edades comprendidas entre 6 y 16 años, en 14 municipios de la provincia.

Los resultados de los análisis de orina realizados a los escolares señalan que en la mayoría de los casos no se detecta que eliminen de forma habitual la cantidad de yodo considerada como conveniente, que es 100 microgramos por litro.

El porcentaje de bocio detectado fluctúa según las poblaciones analizadas, siendo el mayor de todos el de la localidad de Higuera de Calatrava. El estudio se ha extendido a todas las comarcas de la provincia, desde las sierras de Cazorla y Segura a Sierra Mágina pasando por La Loma, la Campiña o la zona norte.

Nivel leve

Piedad Santiago asegura que en todos los casos analizados, excepto dos, el nivel de bocio apreciado era el más leve de los tres grados en que se diagnostica. Los resultados son similares a los obtenidos por otro equipo del servicio de Endocrinología del hospital Carlos Haya de Málaga en la comarca de La Axarquía, e incluso están por debajo de los que se conocen en la zona de las Alpujarras granadinas.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

La principal consecuencia del déficit de yodo en la alimentación infantil y de los adolescentes es el riesgo a poseer un desarrollo intelectual más bajo del habitual. "El riesgo aumenta conforme disminuye la inscripción de yodo en orina", manifestó ayer la autora del estudio, que va a servir al Servicio Andaluz de Salud (SAS) para activar campañas de sensibilización sobre el consumo de la leche y la sal yodada, que son los dos alimentos donde en mayor medida se encuentra esta nutriente.

El estudio de la endocrinóloga del hospital jiennense ha sido también la base de su tesis doctoral, calificada con sobresaliente cum laude por la Facultad de Medicina de Granada.

Otras aportaciones de la investigación es que el 25% de los escolares varones de la provincia de Jaén, sobre todo los que cursan quinto curso de Primaria, tienen sobrepeso y padecen obesidad, "un nivel demasiado alto que indica una mala alimentación", según Piedad Santiago.

También se ha detectado que el 60% de los niños jiennenses come chucherías entre dos y tres veces al día, y que la mayoría no ingieren suficiente leche.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_