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El mundo plural de Joan Brossa aparece en sus poemas y objetos

La publicación de la antología poética de Joan Brossa (Barcelona, 1919-1998) La piedra abierta (Galaxia Gutenberg-Círculo de Lectores), en edición bilingüe, ha provocado una exposición de sus libros, poemas visuales y poemas objeto, abierta ayer en el Centro Cultural del Círculo de Lectores, de Madrid (O'Donnell, 10, hasta el 2 de noviembre).

El montaje reúne originales del proceso de creación de sus dibujos y textos y su conversión en pósters-poema, un conjunto de poemas visuales desde los años setenta y poemas objeto de distintas épocas, junto con una selección de sus publicaciones (es autor de 80 títulos), en ediciones en catalán y castellano.

Manuel Guerrero, autor de la selección y prólogo de La piedra abierta, ha montado la exposición -con obras de la Fundación Joan Brossa y de otros coleccionistas- como un complemento a la antología, para presentar "el mundo plural y maravilloso" de Brossa, "gran poeta del siglo XX", que se relacionó con la música y el arte. En la vitrina de los poemas objeto, piezas únicas, aparece el lenguaje poético de Brossa, según Guerrero, en la utilización de la máscara como símbolo del lenguaje; el alfabeto, como elementos del lenguaje, y objetos de la vida cotidiana que se transforman en piezas poéticas mediante simples transformaciones. "Brossa decía que la base de su obra era "enseñar a mirar, saber mirar las cosas". En los poemas visuales expuestos hay referencias al surrealismo y al marxismo, "un marxista heterodoxo", según su antólogo. "En estos poemas visuales se produce un trabajo de deconstrucción del lenguaje y del signo para llegar a lo elemental, como en los poemas con letras. La A es la puerta de la vida, el origen del lenguaje, y a su vez el lenguaje es un juego y un enigma".

Sobre las obras de la exposición, Manuel Guerrero comenta las transformaciones de la letra A, para desentrañar "lo que se esconde en las palabras y en la sintaxis, donde dentro de una letra se esconden otras letras, como en un juego de espejos". Los originales de poemas visuales muy conocidos, de los fondos de la Fundación Joan Brossa, se exponen en Madrid por primera vez. "En estas obras se puede apreciar el trabajo artesano que realiza, en sus manuscritos y en el proceso de elaborar los poemas visuales a partir de collages, como lo hicieron otros maestros de la vanguardia artística, la forma en que construye la pieza y después se reproduce en los libros y en los pósters-poema. En los originales y las reproducciones se puede observar la gran economía de medios, y en este sentido intenta seguir a Mies van der Rohe al emplear los menos elementos posibles para conseguir el máximo de comunicación".

El artista Chema Madoz, cuyas fotografías tienen conexiones con el mundo brossiano, autor de un reciente Fotopoemario (La Fábrica), con fotos y los últimos poemas de Brossa, destacó en la presentación la "obra rigurosa" realizada en las corrientes del arte contemporáneo. "Es un ejercicio de prestidigitación visual y literaria, donde hay un interés por los juegos del lenguaje. Sobrevuela por su trabajo una cierta ironía, un sentido del humor con una cierta distancia. Es un autor multidisciplinar, donde hay poesía, magia, teatro, instalaciones, carteles, aunque Brossa no me habría permitido utilizar la palabra disciplina".

Poema visual de Brossa concebido en 1970 y realizado en 1978.
Poema visual de Brossa concebido en 1970 y realizado en 1978.
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