El 40% de los vendimiadores trabaja sin tener papeles

Hoy está previsto que vuelva la normalidad a la vendimia en Utiel-Requena después del parón de ayer motivado por las inspecciones de Trabajo que supusieron la detención de tres empresarios agrarios y de ocho inmigrantes sin papeles. Representantes de las cooperativas, de la Unió de Llauradors y el subdelegado del Gobierno se reunieron ayer para evitar que se repita esta situación y paliar en el futuro la falta de mano de obra. En Utiel-Requena están empleadas unas 4.000 personas, de las que el 40% son inmigrantes no regularizados según las cifras que baraja la Unió.

El subdelegado del Gobierno, Pedro Hernández, representantes de las cooperativas de la comarca y de la Unió de Llauradors mantuvieron ayer una reunión de la que salió el compromiso de crear una comisión mixta que evite que en próximas campañas se produzcan los mismos problemas de falta de mano de obra que ahora lastra esta, y otras, actividades. Inspectores de Trabajo y miembros de la Guardia Civil inspeccionaron el lunes diversas fincas de la comarca y detuvieron a once personas, a quienes tomaron declaración y que pueden sufrir sanciones de hasta 6.000 euros. El número de detenidos no fue superior porque las cooperativas y sus socios estaban alertadas de que las inspecciones se iban a producir, según explicó ayer el secretario comarcal de La Unió de Llauradors, Luis Javier Navarro. La primera consecuencia de la actuación inspectora fue la decisión de las cooperativas de paralizar la vendimia, cuya campaña de recolección es muy corta y es básica para la economía de esta comarca, aunque está previsto que hoy siga la recolección si el tiempo no lo impide.

Comisiones Obreras, que rechazó haber impulsado la visita de Trabajo y criticó los "montajes policiales desproporcionados" como el de las detenciones del lunes, apuntó que detrás de estos hechos se sitúan dos factores. De un lado, la falta de funcionamiento de la mesa de temporeros, el instrumento destinado a canalizar las demandas de mano de obra de los empresarios, de forma que se puedan traer inmigrantes en origen y garantizar condiciones como las de alojamiento, sueldos de acuerdo a convenio y viaje. A ello, la responsable de inmigración, Neus Carrasco, sumó la falta de solución al problema de la bolsa de trabajadores irregulares que se mueven detrás de las ofertas laborales ya sea la vendimia, la campaña de cítricos o la de verano. Desde el sindicato se apuntó que si se suman estos hechos a que no hay gente de la zona dispuesta a vendimiar y que la campaña de este año ha superado las expectativas -y por tanto requiere más trabajadores de los inicialmente estimados- el resultado el la contratación de irregulares, que la Unió estima en cerca del 40% en la vendimia en la zona.

Navarro defendió que la intención de los agricultores es que los temporeros tengan todos los papeles en orden y recordó que las peticiones de mano de obra al Servef (Servicio Valenciano de Empleo y Formación) apenas reciben respuesta. La consejera de Agricultura, Gema Amor, admitió en Castellón la "preocupación" del Consell ante la presencia de trabajadores ilegales en la vendimia de Utiel-Requena, informa María Fabra. Amor mostró su confianza en que se trate de "un caso puntual" que no afecte a la previsión de la producción. UGT lamentó "la última artimaña de la Administración que quiere desviar la atención de los problemas reales" relacionados con la escasez de mano de obra en la vendimia. Para el sindicato, el hecho de que no se haya resuelto este problema "obliga a los pequeños agricultores y empresarios a contratar sin garantías jurídicas a inmigrantes en situación irregular". La Asociación Valenciana de Agricultores llamó a la calma y aconsejó reanudar la vendimia "con total normalidad".