Italia crea una comisión para investigar las causas del apagón
El país recupera la normalidad tras el peor corte en Europa desde 1945
Italia recuperó ayer la normalidad tras el apagón del domingo, el más grave en Europa desde la II Guerra Mundial. En algunas zonas, como en Sicilia, el suministro se interrumpió durante más de 24 horas. El Gobierno creó una comisión que debería responder, en el plazo de un mes, a la pregunta que se hacían todos los italianos: por qué una potencia industrial sufrió un colapso de tal calibre a partir de una avería relativamente simple en Suiza.
La comisión, presidida por el rector de la universidad Politécnica de Milán, Adriano de Maio, debía estudiar cuatro aspectos del problema: el desequilibrio entre oferta y demanda (Italia importa el 16% de la energía eléctrica que consume), las conexiones con las redes de Francia y Suiza, el estado de la red de distribución nacional y, finalmente, las causas y los efectos del apagón iniciado en la madrugada del domingo.
El inicio de la avería parecía definitivamente claro. Una tormenta abatió un árbol en los Alpes suizos y éste, a su vez, derribó un cable de alta tensión; la misma tormenta causó también problemas en Francia. Los sistemas eléctricos de ambos países funcionaron según lo previsto y se cerraron al exterior, para prevenir un contagio del problema.
En Italia, esa interrupción del suministro externo tuvo efectos devastadores. La Unión para la Coordinación y la Transmisión de Electricidad en Europa (UCTE) indicó ayer que "el apagón más grave" desde 1945 demostraba que Italia tenía "una dependencia estructural de importaciones masivas".
Las causas del apagón italiano, que afectó a todo el país salvo las islas de Capri y Cerdeña, provistas de sistemas eléctricos autónomos, parecían ser diversas. En un primer momento, la falta de aportación externa causó una sobrecarga en las centrales de Italia, que se desconectaron automáticamente para evitar un efecto dominó. Eso provocó, en realidad, el efecto dominó que dejó totalmente a oscuras al país a las 03.25 de la madrugada.
La crisis, sin embargo, habría sido mucho más leve si el sistema hubiera estado en condiciones de afrontar una emergencia. Pero el 80% de los centros de producción de Italia estaban cerrados, para ahorrar: durante la noche, era mucho más barato importar energía nuclear francesa o suiza que generarla localmente. Sólo en el norte del país, abundante en generadores hidroeléctricos, se pudo recuperar la corriente en un plazo razonable de tiempo: hacia las nueve de la mañana, en las ciudades de Turín o Venecia la situación volvía a la normalidad.
Fallo en el lado italiano
Por otra parte, cuando en el lado suizo y francés se reparó la avería y fue posible reanudar el envío de electricidad, el lado italiano no respondió. Se ignoraba por el momento si el fallo fue humano o si se trató de un desperfecto mecánico. Se perdió la posibilidad de abrir de nuevo las conexiones y, con ello, un tiempo precioso.
Con la avería extendida a todo el país, las centrales térmicas, que requieren electricidad para ponerse en marcha, quedaron inutilizables hasta el mediodía. Sólo las hidroeléctricas del norte resultaron operativas.
El Gobierno italiano anunció ayer mismo la aceleración de las obras de varias centrales en construcción. La Fiscalía de Roma, por su parte, abrió un sumario por si existieran responsabilidades penales en la muerte de al menos cuatro personas, en accidentes relacionados con la falta de electricidad durante el apagón. En uno de ellos, Palma Zaccara, de 72 años, vecina de Fasano, cayó por las escaleras cuando salía de su casa en plena oscuridad para tratar de averiguar qué ocurría.
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